Las lluvias generalizadas en el país mejoraron la situación del trigo. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) manifestó que los eventos se dieron en un momento clave para evitar nuevos recortes de estimaciones. La superficie solo se redujo en 200.000 hectáreas.
Además, los acumulados que rondaron los 30 milímetros mejoran las condiciones del cultivo. También alienta a reforzar los planes de fertilización.
Las precipitaciones de julio dejaron una nueva oportunidad de siembra en La Pampa y Buenos Aires. Sin embargo, llegaron tarde a Córdoba.
“Las tormentas comenzaron el día 10 y alcanzaron al centro y norte de La Pampa, norte de Buenos Aires, sur de Córdoba, centro y sur de Santa Fe y sudeste entrerriano. Las lluvias más importantes se dieron en el noroeste bonaerense y en La Pampa, con registros de 15 a 30 mm”, informó la BCR.
Por otra parte, el informe destacó que los acumulados son muy importantes. En el oeste, las medias mensuales rondan los 5 milímetros y en el este los 25 milímetros. “Siguiendo la anomalía de la reserva de humedad para los suelos, la actualización al 12/7 muestra una mejora respecto de una semana atrás”, sostiene el informe.
De esta manera, la entidad semanas atrás proyectaba un recorte mayor y ahora solo fue de 200.000 hectáreas. Según expresaron los técnicos, en el noroeste de Buenos Aires, las reducciones de siembra van de 30 a 50 por ciento y en principio no habría grandes cambios.
“Para el centro oeste y sudoeste bonaerense, se suaviza la fuerte caída que se preveía días antes de estas lluvias. De todas maneras, el ajuste negativo en la estimación de área entre junio y julio es de 110.000 hectáreas”, comentó la BCR.
Trigo 2023/24
Con estas lluvias, mejoró el escenario productivo del cereal. En junio, se estimaba una superficie de 5,6 millones de hectáreas, pero se descontaron 200.000 ha por falta de agua.
Sobre la base de esta superficie de 5,4 millones de hectáreas, se proyecta una producción de 15,6 millones de toneladas. “A pesar de que se espera que esta sea la menor siembra triguera de los últimos ocho años, se afirma un escenario de normalidad y un horizonte productivo prometedor para el cereal argentino”, informó la BCR.