Las lluvias de la última semana se concentraron principalmente en el este de la región núcleo, particularmente en el noreste. Así lo aseveró Marina Barletta, integrante del equipo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Con registros que varían desde los 56 milímetros en Irigoyen, pasando por 44 milímetros en Chacabuco, hasta los 20 milímetros en Pozo del Molle, las lluvias no solo ofrecieron un respiro a los lotes sedientos sino que también impusieron un alto temporal en las labores de cosecha. Este fenómeno, que inició el domingo, permitió hasta entonces un avance significativo en la recolección de los cultivos de soja y maíz tempranos, destacándose una notable presencia de camiones en las rutas debido a la afluencia generada por las actividades de cosecha.
Sin embargo, el regreso de las lluvias también resucita preocupaciones sobre la salud de los cultivos, especialmente de aquellos lotes de soja que estaban en la fase final para ser cosechados. La posibilidad de enfermedades surge como una amenaza latente, particularmente en aquellos lotes que previamente habían quedado encharcados por las precipitaciones de marzo. Estos eventos climáticos, que vuelven a incidir sobre la región, no solo ponen en riesgo la calidad de los cultivos sino que también podrían afectar los rendimientos esperados.
Este panorama se une al contexto reportado por la BCR la semana pasada, que ya destacaba un arranque de cosecha de soja con buenos rendimientos pero con la preocupación latente por la retención de hojas verdes y la presencia de hongos en los granos. Con solo un 3% del área cosechada de soja de primera y un 18% en maíz temprano, las labores de recolección se encuentran notablemente retrasadas respecto a las últimas cinco campañas, reflejando así los desafíos impuestos por el clima.
Ante este escenario, la expectativa de los productores se centra en la evolución del clima en los próximos días. Con la previsión de que las lluvias cesen y permitan retomar las labores de cosecha, la esperanza es recuperar el tiempo perdido y avanzar en la recolección de los cultivos pendientes. Sin embargo, la incertidumbre sobre las condiciones climáticas persiste, recordándonos la constante adaptación requerida en el sector agrícola.