Las lluvias registradas en los últimos días en el centro y norte de Santa Fe favorecieron el desarrollo de los cultivos de maíz tardío o de segunda, tras la fuerte sequía de los meses previos, informaron hoy voceros del sector.
El informe semanal -elaborado por el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe- indica que las 87.500 hectáreas destinadas a ese cultivo «aprovecharon plenamente la humedad ambiente que se generó, en especial los sembrados a fines del mes de febrero».
«El estado de los sembradíos cambió y mejoraron, se los encontró desde buenos a muy buenos, con algunos lotes regulares, donde las lluvias fueron de menor importancia», puntualiza el trabajo.
En la última semana hubo precipitaciones acumuladas con mínimos de 5 milímetros, medios de entre 25 y 30, y máximos de 55 milímetros, con registros de 90 milímetros en algunas localidades de los departamentos Vera, General Obligado y San Justo, en el norte de la provincia.
Las lluvias condicionaron el proceso de cosecha del maíz temprano, que cubre 86.900 hectáreas, por lo que se logró un avance intersemanal de apenas 1 punto, con lo cual se llegó al 78% de la superficie sembrada.
Los resultados obtenidos no variaron y siguieron siendo de muy bajos a bajos, especialmente en los departamentos 9 de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, con mínimos de entre 6 y 12 quintales por hectárea, máximos de entre 25 y 25 quintales, y lotes puntuales de 50 a 56 quintales.
En la región central, departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, los mínimos oscilaron entre los 8 y 20 quintales, los máximos estuvieron en el orden de 30 a 45 quintales, con lotes puntuales de hasta 65 quintales.
En cuanto a los departamentos San Martín y San Jerónimo, en el sur del área de estudio, los mínimos fueron de entre 18 y 22 quintales, los máximos de entre 20 y 45 quintales, con lotes puntuales que llegaron hasta los 80 quintales.
«La variación y la amplitud de los rindes, que oscilaron desde 6 a 80 quintales en casos excepcionales, estuvieron dadas por un conjunto de aspectos, pero fundamentalmente por las condiciones ambientales de déficit hídrico y estrés térmico acaecidas», indica el informe.
En cuanto a la cosecha del algodón, esta semana continuó la recolección en algunos lotes, ya que la mayoría no pudo trabajar debido a las lluvias.
Sí continuó la preparación de los algodonales para futuras recolecciones, con la aplicación de defoliantes en las parcelas donde la apertura de las cápsulas superó el 70% de los ejemplares.
Los rendimientos fueron similares a los de la semana pasada, con valores mínimos de entre 400 y 600 kilogramos por hectárea y máximos de 1.200 a 1.300 kilos, con algunos lotes puntuales que llegaron a los 2.000 kilos.