Martín Guzmán se refirió a los trascendidos sobre un cambio en el esquema de retenciones durante la presentación del Programa de Facilidades Extendidas para refinanciar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Retenciones al complejo soja
«No se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos», dijo Guzmán, en respuesta a una pregunta formulada por el senador entrerriano Alfredo De Angeli. El ministro de Economía aclaró que sí se buscará «contar con instrumentos para poder evitar que haya un efecto desestabilizante en el costo de la canasta alimentaria de millones de argentinas y argentinos».
También la Portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, dijo a los periodistas acreditados en Casa Rosada que «se están estudiando una cantidad de medidas». Pero aclaró que «ninguna de esas medidas es la suba de la retención a la producción de maíz, la soja o el trigo». De igual manera, se avanzaría en la eliminación del diferencial arancelario para los subproductos de soja.
Cabe destacar que casi la totalidad de la soja se procesa en Argentina, por lo que este cambio ya impactó sobre el precio de la soja.
Una modificación en el sistema de las retenciones «solo puede hacerlo el Congreso», subrayó la funcionaria. Las declaraciones de Cerruti se produjeron luego de una reunión que mantuvo el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
Durante el fin de semana, el jefe de Estado también mantuvo contactos con Domínguez y otros ministros del área económica, entre ellos Martín Guzmán; el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el secretario de Comercio, Roberto Feletti. Allí analizaron un paquete antiinflacionario que se podría lanzar en los últimos días de esta semana.
Las medidas podrían incluir la ampliación de precios cuidados por sectores, para garantizar la producción; establecer precios máximos para productos de primera necesidad, como la harina; y modificar el diferencial de retenciones, por lo que el las retenciones del aceite y harina de soja pasarían del 31 al 33% para ampliar el fideicomiso de alrededor de 450 millones de dólares para el trigo, en un eventual acuerdo con los industriales del sector para mantener un precio sostén, entre otras cuestiones.
Sobre este punto, desde el Gobierno aclararon que hay una «promoción especial para pagar menos por los productos manufacturados que se puede suspender momentáneamente» e indicaron que «las retenciones se suben por ley».
«Dado que somos exportadores, se presenta la oportunidad de tener una dinámica de la balanza de pagos más favorable, pero el impacto en el precio de los alimentos es significativo y es algo que se viene viendo en las últimas tres semanas», precisó Guzmán. En ese sentido, consideró que «no hacer nada implica una situación que termina siendo profundamente regresivo en la Argentina».
«El Gobierno cuenta con limitados instrumentos y siempre se busca llegar a acuerdos primero a efectos de poder lograr que este shock que para la economía en su conjunto puede ser positivo no resulte en una presión en el precio de los alimentos que dañe a millones de argentinas y argentinos», insistió Guzmán.
Por otra parte, recordó que «hemos venido trabajando con los fideicomisos, buscando que haya contribuciones voluntarias, que se puedan utilizar para lograr una brecha entre la evolución del precio internacional y la del precio interno de los alimentos». Sin embargo, enfatizó, «enfrentamos un shock de una magnitud que es difícil encontrar precedentes en mucho tiempo».
«Las decisiones que se tomen tienen que tener en cuenta la naturaleza del problema que enfrentamos, se buscan siempre alcanzar equilibrios entre los incentivos a la producción y el impacto en la inflación interna», concluyó.
El ministro de Economía dijo también que el acuerdo con el FMI no incluye un compromiso efectivo sobre la fijación de derechos de exportación, aunque recordó que si hay metas sobre déficit fiscal e inflación, entre otras cosas. De inmediato, aclaró que el Gobierno tiene herramientas para lograr esos objetivos y no descartó la suba de retenciones.
«No hay ningún compromiso asumido en el acuerdo con el FMI sobre impuestos o retenciones. Ahora, el programa incluye compromisos y metas generales pero es responsabilidad del Gobierno el diseño y la ejecución de un número de aspectos que implican la capacidad de cumplir con los compromisos que están dentro del programa», comentó haciendo referencia a que es el Gobierno el que define las medidas.