La superficie destinada a la siembra de maíz de primera en el ciclo 2022/23 se posicionaría alrededor de 420.000 hectáreas dentro del territorio entrerriano. La marca es la peor medida desde la Bolsa de Cereales en los últimos ocho años. Consignan que el estado fenológico del cereal abarca desde cuatro a ocho hojas expandidas.
Entre los factores que atentan contra el cultivo destacan las lluvias de los últimos dos meses que se posicionaron por debajo del valor promedio, lo cual generó hacia el centro sur del territorio un marcado déficit hídrico. Suman el impacto de heladas tardías y precisan que la del domingo 9 de octubre fue la más dura con un promedio en la red de centrales meteorológicas automáticas de 2,1 °C, lo cual indica la ocurrencia de una helada agronómica (temperatura igual o inferior a 3 °C medida al abrigo, a una altura de 1,5 metros y que supone al ras del suelo una temperatura igual o inferior a 0 °C).
Posteriormente se detectaron descensos térmicos de menor magnitud que, en sitios puntuales y dependiendo de la topografía seguramente llegaron al umbral de helada agronómica.
En base a consultas efectuadas a la red de colaboradores, determinaron la condición general del maíz, que se resume del siguiente modo: Muy buena 29 %, Buena 49 %, Regular 18 % y Mala 4 %. «La condición buena a muy buena abarca el 78 % del área total. Cabe mencionar que, es el peor contexto a inicios de noviembre de los últimos ocho años», indica.
Por otro lado, reportan que en Entre Ríos se estima una superficie de 18.000 ha con girasol para la campaña 2022/23.
La fenología de la oleaginosa abarca etapas vegetatitas desde 6 hojas verdaderas a botón floral y la condición del cultivo a nivel provincial es la siguiente: Muy buena 64 %, Buena 32 %, Regular 2 % y Mala 2 %. La condición regular y mala se refiere a zonas donde afectó el granizo al cultivo y, en general, el cultivo cuenta con buen estado sanitario.