Las condiciones extremas del clima terminaron de encender todas las alarmas para el maíz y la soja en la región Núcleo.
Hasta ahora, el maíz tardío venía siendo la última esperanza en una campaña complicada en todos los frentes climáticos posibles, pero ya no quedó indemne ante lo que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calificó en las últimas horas como un fenómeno “histórico”.
Según la BCR, el 17% de los lotes con fechas tardías está perdido y el 85% está de regular a malo. La oleaginosa también atraviesa un escenario por demás complejo, con pronósticos que anticipan que solo se cosechará un tercio volumen proyectado al inicio del ciclo.
MAÍCES
En solo dos semanas, se perdieron 119.000 hectáreas entre maíz de segunda y tardío. Quedan casi 1 millón de hectáreas, de las cuales un 50% presentan un estado regular y un 35% en malas condiciones, con rindes que caen en picada. En la actualidad, se espera un promedio de 4.800 kilos por hectárea, versus los 7.200 kilos que se calculaban un mes atrás.
Pergamino es una de las localidades más afectadas, con la totalidad del maíz de segunda perdido y alguna esperanza en los planteos tardíos, en donde las esperanzas no pasan de llegar a los 4.000-5.000 kilos por hectárea.
En el noroeste de Buenos Aires, si bien todavía no se registraron pérdidas elevadas, el 80% del cultivo está de regular a malo. En este caso, la proyección de rinde toca el techo de los 6.000 kilos por hectárea. En Santa y Córdoba, se esperan entre 4.000 y 7.000 kilos.
SOJA
Por el lado de la soja, se esperaba una cosecha de 19,7 millones de toneladas. Pero esta cifra empezó a recortarse, primero a 10,4 millones y en esta semana, a solo 6,5 millones. “Lamentablemente, no hay lluvias a la vista que permitan ponerle un piso definitivo a la cosecha. La situación es muy grave y puede aún empeorar más”, advirtieron desde la entidad.
Por el momento, estimaron que la cosecha solo será el 33% de lo que se esperaba a principios del ciclo. Respecto al año pasado, será la peor campaña desde 2008/09, cuando se levantaron 13,5 millones de toneladas.
Los testimonios de productores coinciden en que la campaña sojera tendrá tintes de desastre para muchos productores. Los técnicos de la BCR relevaron que ante la falta de agua, se dejó de controlar casi generalizadamente malezas y plagas en los lotes de soja de segunda y en los sembrados sin cultivo antecesor.
Los números son por demás elocuentes. En este punto, calcularon que uno de cada 4,6 lotes de soja sembrados no será cosechado, cifra que puede aumentar si no llueve en los próximos diez días.
“Este es un nivel de pérdidas histórico para la región del que no se tiene registro. En los últimos 15 años, la campaña con el mayor nivel de perdidas fue la 2016/17 con casi 400.000 hectáreas”, remarcaron.
PLANTEOS DE PRIMERA
La bolsa rosarina relevó el estado del cultivo en la zona de influencia de General Pinto, en el noroeste bonaerense. “En tres días se da un cambio drástico al quedarse el suelo vacío y la raíz sin humedad”; explicó un productor. Cabe destacar que esta situación se presentó en un escenario de falta de agua y temperaturas máximas que oscilaron entre los 38 y 40°C.
En el caso de soja de primera, el cultivo transita su momento crítico de desarrollo en las peores condiciones climáticas. Esta situación se refleja en la caída de los rindes, que pasarán de los 2.400 kilos por hectárea esperados a 1.820 kilos.