Tal como había ocurrido en el primer mes de 2024, en febrero pasado Paraguay volvió a “salvar” a la industria aceitera argentina al permitirle seguir operando en un contexto de escasez de oferta interna de poroto.
El procesamiento de soja fue en febrero de este año de 2,354 millones de toneladas, una cifra 51% superior a la registrada un año atrás, según datos oficiales publicados este jueves.
El mes pasado Paraguay exportó un volumen récord histórico de 1.027.056 toneladas de soja, un volumen ¡116% superior al registrado en el mismo mes de 2023!
La mayor parte de las ventas externas paraguayas se destinaron a la Argentina, lo que permitió al país vecino seguir incrementando la producción interna de harina y aceite de soja. El ingreso de la mercadería se realiza en el marco del “régimen de admisión temporaria”.
Datos oficiales indican que al pasado mes de febrero se ya había comercializado prácticamente la totalidad de la magra cosecha argentina de 25,0 millones de toneladas. La cosecha argentina de soja de primera recién comenzará a ingresar el mes que viene.
Con el Banco Central (BCRA) virtualmente “seco” de dólares durante la gestión del ministro Sergio Massa, eran las propias empresas aceiteras, ya sea con capital propio o créditos de prefinanciación de exportaciones, las que tenían que aportar las divisas para poder originar soja en los países vecinos.
Pero con la normalización del procedimiento cambiario para gestionar importaciones, introducido por el gobierno de Javier Milei a través de la comunicación “A 7917” el pasado 13 de diciembre, la operatoria empezó desde entonces a normalizarse.
El régimen de “importación temporaria de mercaderías destinadas a recibir perfeccionamiento industrial”, implementado por el decreto 1330/2004, facilita el ingreso de insumos con la obligación de que los mismos, una vez procesados en territorio argentino, sean exportados para generar divisas.
El régimen, conocido popularmente como “de admisión temporaria”, fue desactivado en 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ser reintroducido a comienzos de 2016 por la gestión de Mauricio Macri. Desde entonces, en lo que respecta al complejo sojero, el poroto ingresa al país para elaborar harina y aceite de soja, los cuales posteriormente se exportan. La alícuota del derecho de exportación (33%) se aplica sobre el valor agregado, es decir, sobre la diferencia del valor de la harina y el aceite exportado (FOB) menos el valor del poroto importado (CIF).