¿Adiós a la ola polar? Se espera una merma en la crudeza del frío, y un respiro para los productores

En las últimas semanas, las bajas temperaturas en gran parte del país fueron protagonistas excluyentes en el sector agropecuario. El pasado mes de junio se destacó no solo por el termómetro que descendió a niveles inusuales, sino también por las intensas nevadas.

Esta situación fue visible en la región patagónica, que sufrió las inclemencias del clima y dejó en jaque a buena parte de la ganadería de esa región. Según explicaron desde la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), la semana que acaba de terminar resultó extremadamente fría en el centro y norte del país.

Desde la ORA adelantaron que en el sur de Patagonia, las condiciones climáticas comenzaron a mostrar signos de normalización.

TRAS LAS INTENSAS NEVADAS, MENOS FRÍO

Las fuertes nevadas representaron un auténtico dolor de cabeza en el sur argentino. En El Calafate –al sudoeste de Santa Cruz– se acumularon más de 60 milímetros de nieve, que se convierte a agua equivalente. En esta parte del año, el registro habitual es de 15 milímetros.

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Si bien en lo que va de julio se dieron temperaturas similares al mismo mes de 2023, la diferencia es que el año pasado las precipitaciones fueron inferiores a las habituales para esa región.

En la última semana, las heladas estuvieron presentes en casi todo el país, salvo en Misiones, que registró mínimas por encima de los 3 grados. En esos días, la marca más baja fueron los -12,3 C° registrados en La Quiaca, seguidas por -11,3° en zonas patágonicas como Maquinchaho y El Calafate.

Apenas por debajo, en el sur de Mendoza el termómetro bajó a -10,8 C°. En suelo bonaerense, en Tandil se llegó a -8,4 C°, mientras que en la localidad cordobesa de Marcos Juárez se llegó a -8 C°.