Arrancó la cosecha de la soja de primera entrerriana plantada sobre 446.000 hectáreas con un rinde promedio que no llega a los 1.000 kilos. La información estadística lograda desde la Bolsa de Cereales alcanza y sobra para precisar que la marca de los granos obtenidos será la peor en 23 años.
En rigor, especifican que el avance en las labores es del 16% con un rendimiento promedio de 820 kilos por hectárea. «Las labores de cosecha se han visto afectadas por complicaciones o retrasos debido a la elevada humedad que presenta el grano», indica el informe semanal de la entidad cerealista.
Por otra parte, reportan que los rindes se ubican muy por debajo de las estimaciones, en muchos casos asociado al menor peso de la semilla. A lo cual hay que agregar la mala calidad del grano cosechado que presenta elevados porcentajes de grano verde y quebrado.
El informe resalta que, estos rubros son castigados a la hora de la entrega de la oleaginosa. En comparación con la campaña pasada, donde el rendimiento promedio fue de 2.536 kilos por hectárea, y por lo tanto, se observa una caída del 68%, 1.716 kilos, y en base al promedio del último lustro, la variación es del – 61 %.
En la foto de la muestra de soja fotografiada por el ingeniero Pablo Rodríguez, se aprecia la calidad de grano promedio obtenido en la provincia.