Entre mayo y octubre de este año, las ventas de soja por parte de los productores al complejo agroexportador aumentaron 10 millones de toneladas en relación al mismo período de 2020, de acuerdo a estimaciones privadas. La mejora en el valor internacional de los commodities rompió con la inercia de los productores a retener granos, situación que tuvo un impacto positivo tanto en las ventas de poroto como de subproductos.
En el caso de la harina, además del escenario favorable de precios, se sumó un acuerdo que Argentina cerró este año con India, para exportar ese derivado y permitió sostener un fuerte ritmo de operaciones comerciales.
En este período del año, los productores vendieron 16,5 millones de toneladas de poroto, de acuerdo a la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
El mayor ritmo fue entre agosto y octubre, con 6,5 millones de toneladas, mientras que en igual período del año anterior las ventas llegaron a 4,9 millones de toneladas.
Los despachos de harina de soja tuvieron su punto alto entre julio y septiembre, y en el lapso de tiempo analizado fueron de 12,2 millones de toneladas, 1 millón más en la comparativa interanual.
«Hubo un récord de ventas de soja por parte de los productores», reconocieron desde el complejo exportador. Los números de Ciara-CEC ratifican esta tendencia.
Entre abril y septiembre los agricultores comercializaron 4,9 millones de toneladas, que en la comparación interanual representan 1,2 millones de toneladas adicionales.
En este caso, además de una cotización internacional fuerte, que ayer cerró en USD 377 por toneladas, se sumó un acuerdo firmado por los exportadores con India, para exportar 1,2 millones de toneladas de este subproducto.
El acuerdo cerró el 31 de octubre, y motorizaron embarques adicionales, que permitieron llegar a cifras mensuales de 2,6 millones de toneladas.
Para el resto del año, los privados anticipan un descenso en los números exportadores, tanto para granos como subproductos.
Analistas granarios consultados por BAE Negocios estimaron que noviembre y diciembre cerrará con una liquidación de divisas que oscilará entre los USD1.000 y USD1.200 millones cada mes, que exhibirá una mejora a partir del empalme con la cosecha fina.
De no mediar incidencias climáticas, se espera una producción triguera de 20 millones de toneladas como piso.
El polo de crushing rosario apretó el acelerador durante 2021.
En septiembre, la industria procesó 3,6 millones de toneladas, el mejor registro de los últimos cinco años, mientras que en los primeros nueves meses del año, la cifra alcanzó 33,2 millones de toneladas, la segunda mejor molienda histórica. La contracara de esta situación es la elevada capacidad ociosa de la industria, que trabaja al 53% de sus posibilidades, lo que provoca una suba en los costos operativos por unidad de soja procesada. Por el momento, las cotizaciones internacionales sostienen estas proyecciones. En Chicago, el poroto cerró ayer con una suba de USD2 la tonelada y cerró en USD445, mientras los subproductos también acompañaron esa tendencia.
El maíz también registró un buen escenario de operaciones comerciales. Según los exportadores, desde marzo hasta octubre, los productores vendieron 21,4 millones de toneladas, contra 15,8 millones del mismo período del año pasado. Por el lado de la soja, el contrato de noviembre subió 0,34% (US$ 1,5) hasta los US$ 445,3 la tonelada, mientras que la posición enero se incrementó 0,49% (US$ 2,2) para concluir la jornada a US$ 445,3 la tonelada.
Por Andrés Lobato
Fuente: Agritotal