Según el informe SEA, esta condición ambiental incidió favorablemente en los diferentes cultivares que evolucionaron, desarrollaron o consolidaron sus estados, bueno, muy bueno y excelente. Pero que además reguló el ritmo de las distintas actividades agrícolas.
A lo largo del territorio, se observaron las siguientes labores culturales: aplicación de herbicidas, insecticidas, y reguladores de crecimiento en cultivo de algodón. Además, picado y embolsado de maíz temprano; cosecha de maíz temprano y tareas de seguimiento, control y evaluación.
La noticia sigue siendo el agua
Para el lapso comprendido hasta el 19 de marzo, los pronósticos prevén desde su comienzo, estabilidad climática, soleado, buen tiempo, parcialmente nublado, temperaturas medias diarias elevadas, en el centro – norte del SEA, condiciones de inestabilidad y altas probabilidad de precipitaciones de variadas intensidades en el centro – sur del mismo.
Con el transcurso de las horas, dicha inestabilidad cubriría todos los departamentos, situación que alternaría con condiciones de estabilidad climática, despejado, altos porcentajes de humedad ambiente y elevadas temperaturas. Se acentuaría la nubosidad a mediados del lunes 18 y pasaría a totalmente cubierto, con altas probabilidades de precipitaciones de diversas intensidades e irregular distribución geográfica, con impacto en todo el SEA, hasta el final del intervalo. Las temperaturas diarias fluctuarían entre mínimas de 16 a 29 ºC y máximas de 26 a 40 ºC.
Soja temprana
La realidad ambiental de los últimos treinta días fue óptima para los cultivares de soja temprana (de primera), que transitaron sin inconvenientes, las etapas de llenado de grano e inicio de maduración. Por lo cual, el 90 % de los cultivares se mostraron en estados buenos, muy buenos y excelentes. El 10 % restante del área implantada, reflejó cierto impacto por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico, durante 10 a 12 días a lo largo del ciclo. Se observaron los siguientes estados fenológicos: R «estados reproductivos», R3 (vaina de 5 mm de longitud en nudo), R4 (vaina de 20 mm de longitud en nudo), R5 (comienzo de llenado de semilla en nudo, semilla de 3 mm de longitud), R6-1 (semilla verde de tamaño máximo del nudo) y los más avanzados, en R7 (comienzo de madurez, una vaina con color de madurez).
La de segunda viene de primera
Mientras tanto, los cultivares de soja tardía (de segunda), evolucionaron de manera normal, se mantuvieron y fortalecieron su desarrollo vegetativo, mejoraron las estructuras de las plantas, completaron el cierre de surcos e iniciaron el período de floración, bajo condiciones más benignas u óptimas. Según áreas geográficas, atravesaron normalmente los períodos de floración e inicios de fructificación, por lo que el 80 % de los cultivares se mostró en estados bueno, muy bueno o excelente. El 18 % del área implantada, presentó estado regular, con secuelas por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante un período de 10 a 12 días y el 2 % restante, en estado malo.
El Maíz se tomó todo
Los elevados porcentajes de humedad ambiente y la alternancia de condiciones estables e inestables incidieron directamente en el ritmo de la recolección del maíz temprano, por lo que su avance fue muy dispar, en los distintos departamentos santafesinos.
En el sector norte, los rendimientos promedios mínimos obtenidos oscilaron desde 45 a 47 qq/ha, con máximos de 60 a 63 qq/ha y en lotes puntuales se lograron 65 qq/ha. Grado de avance 95 %.
En el sector centro, los rendimientos promedios mínimos obtenidos variaron desde 50 a 57 qq/ha, con máximos de 80 a 90 qq/ha y en lotes puntuales se contabilizaron 100 qq/ha. Grado de avance 55 %. En el sector sur, los rendimientos promedios mínimos obtenidos fueron desde 65 a 70 qq/ha, con máximos de 85 a 100 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 115 qq/ha. Grado de avance 15 %. Así también, en el área de influencia de las cuencas lecheras del sur, centro y norte santafesino, finalizaron las tareas de picado/embolsado del cereal para autoconsumo. Los rendimientos promedios mínimos fluctuaron de 13 – 14 m/bolsa/ha, máximos de 16 – 17 m/bolsa/ha y con algunos valores de 18 m/bolsa/ha. Se mantuvieron las características de calidad y cantidad del producto obtenido los días previos.
El algodón y el agua
Las nuevas lluvias sostuvieron a los algodonales, mejoraron su carga pero, no en todas las parcelas, porque en algunos sectores se generaron complicaciones debido a los excesos hídricos. En la zona este, se detectó a los cultivares muy dispares, los que se hallaban en condiciones regulares a malas lograron estado bueno a muy bueno, según puntos geográficos, como consecuencia de los diferentes montos pluviométricos y la calidad de los suelos.
En la zona oeste, con inferiores precipitaciones que se dieron con respecto a la anterior, se observaron cuadros en estado regular a malo, por déficit hídrico y estrés térmico. En el límite norte y oeste de dicha zona, departamento Nueve de Julio, lotes sembrados tempranamente se cosecharon, con variados resultados y poca representatividad o referencia. Continuaron las recorridas y los monitoreos para una temprana detección o despliegue de tareas de control sobre la principal plaga del cultivo, el picudo del algodón, ya que, las condiciones ambientales favorecieron su aparición.