Maíz: el “Mal de Río Cuarto” comienza a encender las primeras alertas

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) encendió en las últimas horas las primeras alertas de la campaña 2023/24 en relación a una de las principales amenazas sanitarias que enfrenta el maíz cada año en Argentina: el “Mal de Río Cuarto”.

Según el modelo matemático desarrollado por el INTA para predecir la evolución de la población de Delphacodes kuscheli –el insecto conocido popularmente como “chicharrita” y que es vector del virus–, hay algunos puntos del sur de Córdoba –donde la enfermedad es endémica– en los que hay alto riesgo de presencia de esta plaga.

Sucede que es normal que las poblaciones de chicharritas se incrementen de manera considerable cuando durante el invierno se presentan períodos de altas temperaturas y una baja ocurrencia de precipitaciones, tal como ocurrió en los últimos meses.

ZONAS EN RIESGO POR EL “MAL DE RÍO CUARTO”

En concreto, el modelo matemático predictor del INTA es alimentado con las temperaturas mínimas, máximas y las precipitaciones ocurridas en el invierno de cada una de las localidades de la zona de estudio, ubicadas en el suroeste de Córdoba y norte de La Pampa.

A partir de estos datos, pronostica la cantidad de adultos alados (macrópteros) al 30 de noviembre.

En esta ocasión, el INTA concluyó un probable nivel de población del vector, según los siguientes parámeros:

-Alto: Río Cuarto (SMN y Pegasus) y Adelia María.
-Moderado: Bulnes.
-Bajo: Huinca Renancó, Chaján, General Pico y Santa Rosa.

“A la fecha se están realizando los estudios de infectividad en condiciones controladas de los vectores en cereales de invierno presentes a campo, en cada una de las zonas de estudio”, mencionó el informe.

CÓMO PREVENIR EL “MAL DE RÍO CUARTO”

En este contexto, el INTA difundió algunas recomendaciones para evitar una alta incidencia y severidad de la enfermedad:

Evitar que los momentos de picos de población de vectores coincidan con los primeros 30bdías del cultivo.
Uso de híbridos de reconocida y probada tolerancia a la enfermedad. Actualmente existe una amplia oferta de híbridos tolerantes en distintos semilleros, según puede observarse en: http://inta.gob.ar/node/1135360
Manejo adecuado del cultivo, evitando factores que resientan su normal desarrollo, ayudará a que las pérdidas sean menores ante la misma presión de inóculo. El estrés predispone al cultivo a mayores daños, provocados por una mala nutrición, déficit hídrico, aplicaciones de herbicidas en las primeras etapas, competencia con malezas, compactaciones superficiales, encharcamiento temporario, daños por granizo o insectos, etc. Además, el estrés retrasa el normal desarrollo incrementando la ventana de tiempo en que la planta es más susceptible.
La aplicación de insecticidas sistémicos en la semilla para disminuir la presión de inóculo por menores picaduras del vector y mitigar en parte los daños, es una práctica usada en determinadas ocasiones dónde no es posible diferir la siembra a momentos menos riesgosos. Los resultados no son óptimos cuando la población de vectores infectivos es alta.