La bajante extraordinaria actual del río Paraná viene afectando considerablemente la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades a la vera del agua en las provincias que recorre.
En Entre Ríos, por ejemplo, las alturas actuales ya superaron las marcas de 1971 (0,50 metros), las de 2020 y 1970 (0 metros), y hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual.
Ese año, el río marcó -1,40 (debajo del nivel del mar) metros frente a Paraná, al igual que en Diamante (-1,38), Victoria (-41) y en La Paz (-1,11).
El caudal entrante al delta del río Paraná registró una «acotada mejora» durante los primeros 15 días de octubre, pero la mejoría «no persistió» y prevalecen los niveles «extremadamente bajos», con un promedio de 9.000 metros cúbicos por segundo, explicó el organismo nacional.
Además, el INA aseguró que en las próximas semanas «continuará sin recuperarse sensiblemente», y la tendencia climática hasta el 31 de diciembre, «no permite esperar una mejora sostenida en las lluvias».
En tanto, para el Instituto Nacional prevalece la condición de aguas extremadamente bajas, y continuará persistiendo «sin un rápido retorno a la normalidad por lo menos» hasta el mes de febrero de 2022.
Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA), dijo que se advierte en algunos tramos del río Paraná un repunte de su altura pero consideró que son “mejoras temporarias”. Indicó que las lluvias que se registran en el norte de la Argentina y en Paraná, no tienen garantizadas una continuidad en el tiempo.
“El tema río va a ser grave para todo el verano, va a ser difícil, la Hidrovía va a estar complicada”, estimó Heinzenknecht.
En Barranqueras
Si bien el hidrómetro de Barranqueras, en la provincia de Corrientes, registra dos metros con tendencia estable, (este martes 26 registra 2,24 mts) la previsión del INA indica que se mantendrán niveles por debajo de parámetros normales.
La situación es complicada en un contexto en el que la navegación aún es limitada debida a que el calado no permite un correcto tránsito de barcazas. Sin embargo, ya se están moviendo habiendo algunas barcazas según aseguró el vocal de la APA: “Para el ingreso al puerto, desde 1,70 metros pueden entrar”.
En este marco, remarcó que “el escenario es desalentador según lo previsto por el Instituto Nacional del Agua (INA). Se van a mantener las cuencas con niveles por debajo de parámetros normales”.
En cuanto a la cuenca del río Paraná en Brasil, “hubo una mejora de corto plazo después de una descarga importante de caudal en Itaipú. La tendencia climática con horizonte al 31 de diciembre sigue siendo desfavorable”.
También hay que tener en cuenta que el fenómeno La Niña tendrá provocará que tendencia sea desfavorable para el nivel de los ríos del esta zona.
En Rosario el “patrón de lluvias” mejoró y el río subió medio metro
Las lluvias se incrementaron en la región y aguas arriba y por eso el río Paraná se aleja de la altura por debajo del metro cero registrado meses atrás. Aunque el fenómeno de La Niña continúa se espera que el repunte continúe en las próximas semanas.
Si bien aún rige una “tendencia climática desfavorable”, se espera que noviembre registre niveles superiores al metro.
La comunicadora meteorológica Vanessa Balchunas afirmó a Radiópolis (Radio 2), que el río “ha subido porque se ha incrementado la lluvia y el porcentaje de agua acumulada en Mesopotamia y el Litoral; pero no están dándose las mismas condiciones en el Paraná alto”.
La especialista dijo que “La Niña se queda hasta el verano inclusive” lo que podría afectar a la región con nuevos eventos extremos.
Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) diagnosticó una “mejoría de corto plazo en el patrón de lluvias sobre la región de respuesta más rápida”. Pronosticó una altura mínima de 0,90 para el 26 de octubre (de hecho este martes 26 alcanzó los 1,02 mts) y de 1,25 para el 2 de noviembre.
Fuente: El ABC Rural