La madrugada de este lunes amaneció con nuevas heladas que han despertado signos de preocupación en varias regiones productivas, sobre todo en lo que se refiere al trigo, que si bien está habituado a las bajas temperaturas, la continuidad de las mismas sin que lleguen lluvias despierta riesgos.
De hecho, vale recordar que durante la ola polar que ocurrió a principios de julio, ya se detectaron algunos daños en lotes por las temperaturas demasiado frías y extensas.
Según indicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), desde principio de semana, los registros comienzan a complicar aún más la situación del cultivo, que está sufriendo uno de los julios más secos de los últimos 60 años.
De hecho, este lunes hubo incluso alertas meteorológicos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en zonas del norte de Buenos Aires y Entre Ríos.
“Las temperaturas más bajas se están dando en la zona donde el trigo estaba más complicado”, sostiene Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, mencionando que en el norte de la provincia de Buenos Aires, volvió a registrarse -4 grados.
El área que dirige Russo ya había emitido un informe la semana pasada sobre la situación del trigo, planteando que el 40% de la región núcleo había superado las 100 horas con temperaturas por debajo de cero grado en lo que va de julio.
Los efectos combinados del frío y la falta de agua están provocando la muerte de plántulas y lotes desparejos, especialmente en la zona de Pergamino, donde se dieron de baja ensayos de carinata y se reportan cebadas muy golpeadas por el frío.
LA SEQUÍA: EL PROBLEMA DE FONDO PARA EL TRIGO
Los especialistas coinciden en la preocupación y sostienen que el clima está amenazando con creces al trigo que no encuentra respiro luego de las bajas temperaturas y la ausencia de precipitaciones.
“El problema de fondo no es el frío, sino la sequía. Desde abril no llueve. El cultivo de trigo es el más resistente, pero estamos observando muertes de plántulas esta semana porque se están secando y hay lotes muy desparejos y muy escasos de cobertura”, alertaron desde GEA.
La falta de lluvias significativas durante julio ha exacerbado los problemas de humedad en el suelo, con este mes encaminándose a ser uno de los más secos en seis décadas, según marcan los datos históricos de la BCR.
Ante esta situación crítica, las previsiones para principios de agosto tampoco traen buenas noticias. Las lluvias esperadas para el 6 de agosto no prometen alivio significativo para la región núcleo, con pronósticos indicando solo unos pocos milímetros en áreas periféricas como Chacabuco.
Sin precipitaciones adecuadas en los próximos 15 días, el trigo enfrentará daños aún mayores, debido al estrés hídrico y las bajas temperaturas que pone en dudas una eventual buena campaña.