Se proyecta un crecimiento del 40% en la producción de trigo para Argentina en la campaña 2023/24. Se apunta a 16.2 millones de tn del cereal, lo que podría significar un ingreso de U$S1.000 millones más respecto a la última campaña.
Las primeras estimaciones para la cosecha de trigo argentina 2023/24 hablan de una producción de 16,2 millones de toneladas (GEA – BCR). La recuperación entre cosechas es de un 40% pero representa la segunda menor producción en 8 años.
Las precipitaciones de la segunda mitad de mayo salvaron la siembra de la nueva campaña triguera, y lo que pintaba inicialmente a ser una caída abrupta de área entre campañas, ahora se proyecta que sea una baja cercana al 5%. Así, con una proyección de siembra de 5,6 millones de hectáreas y una recuperación esperada en los rindes, la estimación de producción se ubicaría en 16,2 millones de toneladas.
En términos productivos, a pesar de que estos 16,2 millones de toneladas representarían una recuperación del 40% en la producción de trigo del país, luego de la fatídica cosecha 2022/23, marcaría aun así la segunda menor producción triguera argentina en los últimos 8 años.
Es decir, quitando la campaña pasada, esta sería la menor producción de trigo para Argentina desde la cosecha 2015/16. Esto se debe principalmente a que el área sembrada en el país sería la menor desde la campaña 2017/18, y a que la proyección de rindes, con ciertas dudas sobre el paquete tecnológico que se aplicará a los cultivos en una campaña más que particular, se ubica por debajo de otros registros alcanzados por el país.
Las exportaciones podrían alcanzar 9,5 millones de toneladas en la campaña 2023/24, un 120% por encima de la campaña actual. A valores de hoy, representarían US$ 2.375 millones. El Estado podría recaudar unos US$ 160 millones en concepto de DEX.
Las primeras proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario comenzar a pensar escenarios con respecto a lo que será la distribución de esa mercadería en sus diferentes usos. Luego de una campaña 2022/23 en la que las exportaciones se resintieron fuertemente, y difícilmente puedan llegar a superar el rango de las 4 – 4,5 millones de toneladas hasta el final de la campaña comercial, puede esperarse una recuperación de cara a lo que será el ciclo comercial 2023/24. Según nuestras proyecciones, el país podría exportar un volumen cercano a los 9,5 millones de toneladas entre diciembre y noviembre 2024, lo cual representaría un incremento del 120% en relación con la campaña en curso.
Estas son, por supuesto, proyecciones; el desenvolvimiento efectivo del comercio exterior dependerá de muchas cosas, tales como la competitividad del grano argentino en los mercados internacionales, las políticas de comercio exterior, las necesidades del consumo interno, entre otras. Las malas perspectivas para la producción de Australia en esta campaña, nuestro principal competidor del hemisferio sur, podrían permitir a nuestro país ganar participación en países usualmente atendidos por el gigante oceánico, tales como los países del Sudeste Asiático, por lo que no se descarta que puedan mejorarse estos números.
La demanda para molinería se proyecta inicialmente en 6 millones de toneladas, guarismo que puede crecer si se mantiene la buena dinámica que viene presentando el sector molinero en la presente campaña.
A valores internacionales de hoy, estos 9,5 millones de toneladas en exportaciones podrían representar un monto de US$ 2.375 millones de dólares, una más que importante recuperación del aporte del complejo a la balanza comercial de nuestro país. De cumplirse, podríamos estar hablando de casi US$ 1.000 millones de dólares adicionales en exportaciones entre campañas, aunque aún US$ 2.300 millones de dólares por debajo de lo que dejó la 2021/22.
Es necesario aclarar que el impacto en liquidación de divisas y en recaudación por retenciones por estas exportaciones no será pleno. Esto se debe a que las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior de la actual cosecha superan ampliamente el volumen que se espera exportar; se estima que el sector exportador podría pasar de campaña comercial (rollear) con unos 4,6 millones de toneladas de trigo ya declarada en ventas externas. Esto tiene especial impacto en las cuentas públicas, dado que sobre esas ventas los exportadores ya abonaron el 90% de los Derechos a la Exportación correspondientes. Descontado ese monto ya ingresado, el aporte en retenciones del sector exportador de trigo podría ubicarse en el orden de los US$ 160 millones de dólares a lo largo de la campaña.