Juan José Blanchard, líder de Louis Dreyfus Company en Latinoamérica, apuntó a «una gran amenaza que está a la vuelta de la esquina» que podría afectar la competitividad del complejo soja.
«Estados Unidos hoy muele 60 millones de toneladas, y en 2025 o 2026, con todos los anuncios de plantas nuevas, va a pasar a procesar por encima de 75 millones de toneladas de soja», comentó durante el Seminario de Acsoja 2023. La advertencia de Blanchard tiene que ver con el HVO (aceite vegetal hidrotratado): «Las petroleras directamente entran a jugar y el aceite de soja se transforma directamente en diésel renovable. Un camión puede moverse por las rutas con diésel renovable».
«El aceite combustible va a representar el 25% en cuanto a energía. A Estados Unidos, procesando 75 millones de toneladas, le va a sobrar mucha harina. Se va a transformar en un gran competidor de Argentina en el sudeste asiático. Argentina tiene que reaccionar hoy», agregó Blanchard.
“Este fuerte estancamiento es insostenible, el próximo gobierno debe dar igualdad de condiciones tributarias a la soja en relación con los otros granos, basta de maltratar a la soja que es la única industria que puede traer dólares rápidamente al país. La agroindustria tiene hoy una capacidad ociosa superior al 60% y una perdida de valor fenomenal. En Argentina se dejo de invertir hace años, mientras que en Brasil y Estado Unidos hay una marea de inversiones en molienda, acopio y producción incluyendo biodiesel”, fue uno de los comentarios del panel.
Por otro lado, repasó el enorme crecimiento de Brasil: «Un barco que llega a Paranagua tiene entre 75 y 60 días tiene de espera para cargar soja, mientras que en Argentina los puertos están parados». «Brasil no para de crecer, con 3.500 kilos por hectárea de rinde medio para la soja», agregó y explicó que tiene que ver con menores impuestos (derechos de exportación y brecha cambiaria) y una mayor adopción de tecnología.
El ejecutivo de Dreyfus ejemplificó en que, en Argentina, hay máximo tres programas de mejoramiento de soja, contra unos 30 en Brasil. «Eso es inversión».
«La productividad va a aumentar en Brasil y la brecha se va a ampliar si no cambiamos nada en Argentina», resaltó y explicó también que el doble cultivo tiene mucho éxito. El vecino país adoptó la «soja precoz», que importarn desde la Argentina, lo que les permite cosechar soja y sembrar un maíz safrinha.
«Argentina tiene millones de hectáreas paradas en invierno sin hacer nada. Podríamos hacer colza o arveja. Hay una oportunidad gigante, tenemos que aprovecharla. Recuerden los 70 días que hay para esperar un barco en Brasil, pronto van a tener más puertos para cargar. Brasil es una locomotora, tenemos que reaccionar», remató.
En tanto, también destacó el acuerdo que se firmó entre la industria, el gobierno nacional y el sector agropecuario para desarrollar una plataforma de trazabilidad de soja y carne bovina libres de deforestación, con el objetivo de cumplir con las normas de la Unión Europea de cara al 2025: «Es una gran oportunidad para capturar ese premio».