Durante la campaña 2020/21, drones de DroneScope –un producto de la consultora SmartField- sobrevolaron varios cultivos de trigo y tomaron fotos RGB. Con este servicio, los productores pudieron ver cómo evolucionaban las siembras y tomar medidas para optimizar el rendimiento.
Entre los aportes que los drones hicieron a la agricultura se destaca la amplitud de los surcos. Estos dispositivos determinaron que si la cobertura de los surcos se aumenta diez puntos (del 72% al 82%), el rinde del trigo de 35 qq/ha se incrementaba unos 250 kg/ha. En términos económicos, esto equivale a decir que trigos de 220 USD/tn podrían tener un ingreso adicional de 56 USD/ha.
DroneScope en trigo y cebada
Los productores que deseen hacer una evaluación aérea de sus cultivos pueden recurrir a pilotos de DroneScope o volar con sus propios equipos el lote a relevar. Obtenidas las imágenes –las cuales son tomadas por un drone de baja gama-, las mismas son subidas a una plataforma online que brinda, en cuestión de segundos, informes de estructura de cultivo, conteo de plantas y cobertura de malezas. Con esta información, los productores tendrán un pantallazo más certero de qué medidas tomar para optimizar la producción.
Asimismo, desde DroneScope recomendaron sobrevolar los campos en invierno, ya que este es un momento “clave” en la siembra de trigo y cebada. “Los motivos más frecuentes de falla tienen que ver con el manejo del rastrojo, la profundidad de siembra, la sanidad de la semilla, la calidad de emergencia, y el cierre del surco. Medir la productividad en esta instancia permite no sólo cuantificar pérdidas sino también corregir estrategias de fertilización, haciendo más eficiente el uso del recurso y el impacto en el resultado”, señaló la empresa.
En base a pruebas realizadas el año pasado en campos del sudeste de Buenos Aires, donde se analizó la cobertura del surco, se pudo determinar que, en trigo, las mermas en productividad variaron entre 24 y 72 kg/ha por cada punto de cobertura perdida, con una media de 45 kg/ha. En cebada, las mermas fueron de entre 46 y 83 kg/ha, con medias de 62 kg/ha.
Al respeto, el responsable de Desarrollo de Mercado de DroneScope, Gonzalo Gómez, manifestó: “Este conocimiento nos da una nueva oportunidad de mejorar la eficiencia de nuestros lotes de trigo, diagnosticando la calidad de implantación. El relevamiento con drones no solo multiplica por 100 la intensidad de muestreo, sino que permite tomar decisiones en momentos específicos y a partir de registros objetivos que de otra manera sería imposible hacerlo”.
Y agregó: “El macollaje es un momento en el que las imágenes de satélite no llegan a mostrar ese detalle del lote porque el trigo está aún pequeño. Por eso es una gran opción hacerlo con drones. Tomar decisiones de fertilización sitio específico no sólo permite generar ahorros de inversión sino, ante todo, optimizarla. A su vez, en este vuelo se puede evaluar la cobertura de malezas y decidir dónde aplicar herbicidas, ahorrando 30 o 40 U$S/ha al tratar solo las áreas afectadas. En un contexto como el actual, con los trigos sufriendo por la falta de precipitaciones, contar con un diagnóstico certero antes de volver a invertir en el cultivo resulta aún más clave”.
DroneScope ofrece la posibilidad de contratar el servicio de vuelo o brindar las instrucciones para que los productores puedan sobrevolar los campos con sus propios equipos. Además, permite tener la prescripción para aplicar fertilizantes o herbicidas. Los agricultores que usen esta herramienta pueden tener las imágenes guardadas y usar la plataforma como biblioteca de imágenes, con el material de consulta ordenado por lote y por fecha. Además, están disponibles las estadísticas climáticas.