El Servicio Meteorológico de Brasil emitió un alerta por la peor racha de lluvias en 91 años que afecta a varios estados: Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso do Sul, São Paulo y Paraná.
La alerta señaló que estudios realizados por el SNM brasilero señalan para el período junio-julio-agosto/2021 la misma tendencia, es decir, «poco volumen de lluvia en la mayor parte de la cuenca del río Paraná». Los problemas de bajo nivel del río Paraná han afectado la navegación y el flujo de productos agrícolas en Argentina y Paraguay. (Ver: Cosecha: refuerzan el dragado frente a una nueva bajante extraordinaria del Paraná)
La agencia de vigilancia vinculada al Ministerio de Agricultura emitió su primera «alerta de emergencia por sequía» de junio a septiembre, diciendo que es probable que las lluvias sigan siendo escasas en cinco estados brasileños durante ese período.
Hoy la consultora Safras & Mercado estimó lla producción brasileña de maíz 2020/21 en 95,2 millones de toneladas, con una nueva reducción en su proyección mensual por la sequía que se acentuó aún más en mayo, dificultando el desarrollo de la «safrinha». En abril, la cosecha total de maíz se había estimado en 104,14 millones de toneladas. Con la nueva proyección, la consultora ve una caída del 10,85% respecto al desempeño del ciclo anterior.
Además, con la sequía, la producción de la segunda cosecha se revisó a 61,59 millones de toneladas, frente a los 70,8 millones señalados en abril y los 73,47 millones cosechados el año pasado, agregó la consultora en una nota.
Sequía: problemas en el sector energético brasilero
Por otro lado, el Ministerio de Energía dijo que las condiciones secas persistirán en los próximos meses, particularmente en las regiones sureste y centro oeste de Minas Gerais. En este sentido, mientras trata de lidiar con la situación, se anunciaron medidas destinadas a ajustar los niveles de agua que abastecen las represas hidroeléctricas del país en un intento por evitar cortes de energía.
Creado en mayo, el Sistema de alerta está coordinado por el Instituto Meteorológico Nacional (Inmet), el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) y el Centro Operativo y de Gestión del Sistema de Protección Amazónica (Censipam), con la participación de la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básica (ANA) y el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden).
“Estudios realizados para el monitoreo meteorológico del Sector Eléctrico Brasileño advierten que las perspectivas climáticas para 2021/2022 indican que la mayor parte de la región central del país, de mayo a finales de septiembre, entra en su período con el menor volumen de lluvias (estación seca). El pronóstico climático elaborado en conjunto indica la misma tendencia para el período junio-julio-agosto de 2021″. Es decir, se esperan escasas precipitaciones en la mayor parte de la cuenca del río Paraná.
El análisis de lluvias entre octubre de 2019 y abril de 2021 para la cuenca del río Paraná indica que, a excepción de algunos meses en los que la precipitación estuvo por encima de la media climatológica (diciembre/2019, agosto/2020 y enero/2021), durante la mayor del período predominó el déficit de lluvias, principalmente a partir de febrero de 2021.
El Comité de Monitoreo del Sector Eléctrico (CMSE) decidió recomendar a la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento (ANA) que se reconozca la situación de «escasez de agua» en la Cuenca del Río Paraná. Según consigna Reuters, en nota de la noche del jueves, el Ministerio de Minas y Energía mencionó que los ingresos se mantienen por debajo de los valores promedio históricos, con la caracterización de los peores montos verificados para en 91 años de historia del Sistema Interconectado Nacional (en el período de septiembre a mayo).
El ministerio también dijo que en mayo no se registraron valores significativos de precipitación, «comportamiento típico de la época seca, condición que se espera se mantenga en los próximos meses, especialmente en la región Sudeste/Medio Oeste».
El ministerio señaló que la situación abarca las cuencas de los ríos Paranaíba, Grande, Tietê y Paranapanema, donde se ubican las centrales hidroeléctricas con los principales embalses, «cuyos recursos se explotan de tal manera que, en el seco periodos, sus existencias se pueden utilizar de forma optimizada y con el fin de garantizar el correcto servicio a la carga».
En vista del escenario presentado, y con miras a asegurar la gobernanza de las cascadas hidráulicas en el país, el CMSE reconoció la importancia de implementar la flexibilización de las restricciones hidráulicas relacionadas con Jupiá, Porto Primavera, Ilha Solteira, Três Irmãos, Xingó, Furnas y Hidroeléctricas Mascarenhas de Moraes.
“Es de destacar que las iniciativas relacionadas con la flexibilización de las restricciones hidráulicas de emprendimientos ubicados en las cuencas de los ríos Grande y Paraná apuntan a mitigar el riesgo de pérdida de control hídrico en la cuenca del río Paraná”, dijo el ministerio. «Por lo tanto, además de los temas energéticos, el propósito de las medidas es garantizar la adecuada gobernanza de las cascadas hidráulicas, incluso en lo que respecta a la preservación del uso del agua, durante el período seco de 2021».
Las decisiones del CMSE serán remitidas al Consejo Nacional de Política Energética (CNPE), «por tratarse de acciones relevantes encaminadas a mantener la seguridad del suministro y del servicio de electroenergía».
Fuente: Agrofy News