Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) reflejó que las cadenas agroindustriales representaron durante el 2021 el 25,6% del Producto Bruto Interno (PBI) argentino. Fue un 1,5% mayor al 2020, se trató de la principal actividad económica del país y representó 1 de cada 4 dólares del PBI, lo que equivale a 105.091 millones de dólares o a $ 9.993.096 millones.
Según los economistas de FADA, el aporte se puede subdividir en dos grandes grupos: los vinculados a la producción de bienes, donde se encuentran el sector primario y la industria manufacturera de origen agropecuario, que significaron el 8,2% las primeras y 8,1% las segundas y, por otro lado, los servicios, donde se incluyen la actividad comercial mayorista y minorista que explica el 6,6%, transporte y logística con un 1% y servicios conexos3 con el 1,6%.
Además, se recordó que el PBI de las cadenas agropecuarias y agroindustriales incluye muchos eslabones que intervienen para producir, transportar, industrializar, comercializar y exportar alimentos y demás productos agropecuarios. En ese sentido, se destacó como las principales ramas de actividad que aportan al mismo, a la actividad comercial con el 25,9%, la producción de alimentos y bebidas con un 24,7%, agricultura con 19,2%, ganadería 8,4% y servicios conexos 6,3%.
Por otro lado, FADA mencionó que en comparación con el 2021, el aporte de las cadenas agroindustriales sobre el PBI aumentó el año pasado un 1,5%, tanto la industria de manufacturas de origen agropecuario, la producción primaria como el comercio y servicios incrementaron su participación, mientras que transporte se mantuvo constante. Además, considerando desde el año 2004 hasta 2021, las cadenas agroindustriales tienen una participación promedio sobre el PBI nacional de 22,9%, con máximos que han alcanzado el 26,8% (año 2004) y mínimos del 20,4% (año 2018).
A todo esto, el relevamiento determinó que a las cadenas agroindustriales le siguieron en importancia a las cadenas agroindustriales, la actividad comercial mayorista, minorista y de reparaciones (13%), la industria manufacturera no agropecuaria de productos como autos, prendas de vestir, maquinarias, etc. (11,7%), la actividad inmobiliaria (10,6%) y salud y educación (10,5%).
Potencial
Un tema central que marcó el informe, fue el potencial de crecimiento que el sector agroindustrial posee, aún más en un contexto mundial que demanda y para más por los productos que produce y exporta la Argentina, ya sea granos, carnes y economías regionales. “Las condiciones pasan por lograr algún nivel de estabilidad macroeconómica, con menor inflación, emisión monetaria y gasto público, menor nivel de presión fiscal y trabas burocráticas, mayor inserción internacional y disponibilidad de crédito accesible y de largo plazo”, comentaron los economistas de FADA.
Y agregaron: “Para lograr un país con mayor desarrollo se necesita del campo y su industria, pero también del resto de las industrias, el comercio, los servicios, la energía, el turismo y las actividades relacionadas a la economía del conocimiento y para eso es necesario generar el contexto propicio a nivel nacional para que tengan el marco adecuado para crecer y generar mayor actividad económica con sus efectos positivos: más empleo, más inversión, más generación de divisas, etc.”, advierten los economistas de FADA.
Por último, los especialistas imaginaron al total de la actividad económica “como una torta”. En la misma algunos trabajan para la leche, el trigo, el azúcar y los huevos, y otros apuntan a convertir los productos en dulce de leche, harina, manteca, y crema, y otros se encargan de que la electricidad y el gas funcionen, mientras que otros venden y transportan la producción. “Cada uno de esos actores es clave en la producción de esa torta de todos los argentinos. Un PBI más alto es bueno para todos, porque significa una torta más grande, que permite que la porción que nos toca a cada uno sea también mayor”, concluyeron.