«Es un déjà vu», reflexionaron productores autoconvocados que estaban apostados al costado de la ruta 9 que conduce desde Buenos Aires a Rosario cuando la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, inició la apertura de sesiones en el Congreso. Cerca de 100 productores agropecuarios de San Pedro, Baradero, Zárate, San Antonio de Areco, Lobos, Navarro y Exaltación de la Cruz, realizaron una asamblea en simultáneo con el discurso del presidente Alberto Fernández, que ratificó la intención de su Gobierno de subir de 30 a 33% las retenciones a la soja.
Los productores allí resolvieron pedir que, si la Mesa de Enlace no obtiene respuestas favorables en una reunión con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, se vaya a un cese de comercialización de granos por 15 días. También quieren una rebelión fiscal con suspensión de pago de impuestos.
En el Congreso, Fernández dijo que la propuesta de su Gobierno, a la que calificó de «generosa» era subir los derechos «en uno de un total de venticinco cultivos».
«Esa voz [por Cristina Kirchner], igual que la otra vez, la escuchamos y nos trasladamos en el tiempo. Estamos nosotros y seguimos de pie. (Alberto Fernández) es un presidente que no se sabe si es quien manda», dijo Lisandro Gordó, vicepresidente de la Sociedad Rural de San Pedro.
Edgardo Salmoiraghi, titular de la Rural de San Pedro, pidió a los asistentes a la reunión conocer su opinión. «Estamos acá para defender lo que es justo. Queremos que la Mesa de Enlace negocie tranquila que nosotros los productores aquí vamos a estar para que la negociación salga bien», sostuvo Salmoiraghi.
Los productores se acercaron al kilómetro 153 de la ruta 9 con banderas argentinas para visibilizar su enojo, casi a 12 años del conflicto de 2008 por las retenciones móviles que tuvo a este lugar como uno de los sitios de movilización.
El presidente de la Sociedad Rural de San Pedro dijo que con el cepo cambiario, el precio de los insumos termina elevando los costos de producción.
Luego de pasarle el micrófono a los distintos productores y asistentes a la asamblea, todos consensuaron que, en el caso de que la Mesa de Enlace no consiga llegar a un acuerdo que beneficie a los productores, se debe recurrir a un cese de comercialización por 15 días.
La asamblea también propuso una rebelión fiscal con suspensión de pago de impuestos. Además, los productores resolvieron apoyar una marcha que el 10 se iniciará en Charata con casillas rurales para concluir el 11 en San Nicolás e invitar a una marcha nacional a Rosario.
Hubo productores que propusieron dejar de sembrar maíz u otro cultivo. Además, algunos dijeron no sentirse identificados con la Mesa de Enlace que encabeza la negociación con el gobierno nacional. «Lo que pasó la semana pasada fue un papelón. Con una reunión que estaba agendada para el jueves, cierran los registros de exportación el miércoles; ese fue un punto de quiebre», apuntó el vicepresidente de la Sociedad Rural de San Pedro.
Para Gordó, hay que hacer «una marcha que sea nacional y a la que vayamos todos, porque los productores también están cansados de tanto maltrato y las asambleas también desgastan».
«A ver cuándo se empiezan a bajar los sueldos los empleados públicos; producir menos, rebelión fiscal y pago bajo protesta», propuso Eric Dvaere, productor agropecuario. «Coninagro, la Sociedad Rural y la Federación Agraria están buscando alguna segmentación, algún tipo de beneficio. Buscan [desde el Gobierno] que la gente de la Mesa de Enlace se quiebre y ceda ante la presión del Gobierno. Eso es lo que buscan», agregó Carlos Sattieri, uno de los productores que asistió a la asamblea.
En tanto, Raúl Víctores, dirigente de la Sociedad Rural de San Pedro, pidió que los dirigentes de la Mesa de Enlace «lleguen con firmeza a la reunión del martes» con Basterra.
Juan Tuccio, asesor de productores agrícolas y asistente a la asamblea, dijo que la situación del campo en este momento solo recuerda a lo sucedido 12 años atrás, con la diferencia de que la Argentina cada vez produce menos soja y la brecha cambiaria está afectando al sector.
«Nuestra zona productiva está muy perjudicada. Siempre es sacarle a los que más tienen para dárselo a los que menos tienen, pero eso sólo pasa en el discurso. La siembra de la soja va a disminuir porque el ánimo del productor no es el mismo. No entran divisas al país», afirmó.
En esa misma línea, Leonardo Cajide, productor agropecuario de la zona, dijo: «Esto que quieren quitarle a la rentabilidad hace que la ecuación del productor sea dificultosa. Ahora no vamos a poder sembrar las mismas hectáreas y la gente que lo haga va a recurrir a usar menos tecnología para achicar los costos de producción. Los productores no tenemos un plan B. Nuestro plan B es la Mesa de Enlace en este momento».
Por: Belkis Martínez
Fuente: La Nación Campo