Hablar de comercio mundial de sorgo es hablar principalmente de Estados Unidos y China. Para la campaña 2022/23, el primero espera concentrar el 65% de las exportaciones y el segundo el 88% de las importaciones a nivel mundial, de acuerdo con proyecciones del USDA. El robusto crecimiento del stock ganadero chino hace que esta dinámica sea reciente, ya que en 2013 Estados Unidos no exportaba sorgo a China.
De acuerdo al último informe especial de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos Camino a la nueva campaña, nuestro país aspira a ubicarse como segundo exportador global de sorgo, ocupando el 22% de las exportaciones a nivel mundial, con proyecciones de comercio exterior de 2,5 Mt, según estimaciones del USDA. Este dato difiere levemente de las 2,3 Mt de estimación propia de la BCR, pero aun tomando la estimación BCR nuestro país se mantendría en el segundo lugar de exportadores globales.
La geopolítica no es ajena a los mercados de commodities, afectando el comercio mundial en general y el mercado de sorgo en particular. En este sentido, el pacto estratégico AUKUS (Australia (A), Reino Unido (UK) y Estados Unidos (US)) fue firmado en septiembre del 2021 con el fin de «defender los intereses compartidos en el Indo-Pacífico» de estas potencias. Entre otras cuestiones, permitirá a Australia construir submarinos de propulsión nuclear por primera vez en su historia. Sólo en 1958 Estados Unidos compartió información con otro país para hacer esto, en ese entonces con Reino Unido.
Este acuerdo se lee en términos geopolíticos como una respuesta a los intereses geoestratégicos de China en el Océano Pacífico. En un marco de múltiples medidas frente a este compromiso de cooperación, China ha impuesto aranceles superiores al 80% sobre la cebada, que persisten hoy en día. Parecía inminente la imposición de aranceles prohibitivos sobre el sorgo australiano para el mercado chino, pero finalmente los mismos no se impusieron.
Sin embargo, todo indica que las medidas que China tomó con la cebada no pudo tomarlas con el sorgo ante la imposibilidad de conseguir orígenes alternativos. El 97% del comercio mundial del sorgo se explica entre Estados Unidos, Argentina y Australia. El resto de los productores de peso a nivel mundial, como Nigeria, Sudán, México, Etiopía, India, etc., destinan todo su sorgo al mercado doméstico y de hecho tienen leves necesidades de importación anual, sin posibilidad de exportar en el corto plazo en vista de la importancia de la ganadería en estos países.
En un marco geopolítico, cabe destacar que el sorgo que compra China desde Estados Unidos es más caro que el adquirido en Australia y Argentina, otra de las razones por las que no se ha desacoplado la importación de sorgo australiano hacia China, ya que implicaría reemplazar a un miembro del AUKUS por otro, en este caso Estados Unidos por Australia. El sorgo estadounidense concentra su siembra entre los estados de Texas y Kansas.
Es evidente que a nivel global los principales exportadores del sorgo no han cambiado. Asimismo, y al menos en el corto plazo, un cambio en los principales jugadores en el comercio mundial de sorgo tampoco parece muy probable.
En lo atinente a las importaciones, Japón sigue siendo un país importador de sorgo, aunque en un grado mucho menor que en el pasado. El país asiático no produce sorgo, aunque en los últimos años su consumo doméstico del grano ha caído sustancialmente. México sí ha logrado incrementar su producción y limitar sus necesidades de importación. Por su parte, la Unión Europea equilibra su producción con sus necesidades de consumo, lo que le permite reducir su necesidad de importaciones. En muchos casos la merma en la demanda de estos países se explica en el reemplazo del sorgo con maíz.
Esto nos deja con China como el principal demandante de sorgo a nivel mundial. La multiplicidad de jugadores en el mercado del maíz ha sido fundamentalmente lo que ha dejado al gigante asiático como el mayor consumidor global de sorgo. El sorgo no tiene variedades genéticamente modificadas que podrían ser sujeto de aranceles o restricciones a la importación, como sí los tiene el maíz (Hansen, 2018). Además de la demanda forrajera, el sorgo en China es utilizado para la producción de Baijiu, una bebida espirituosa. Antes del boom importador chino, en el gigante asiático el sorgo se utilizaba mayoritariamente para la producción de esta bebida, entre otros usos industriales, pero no para alimentación animal.
Desde los picos de consumo a principios de la década del ochenta, el mercado mundial de sorgo arrastraba una tendencia declinante que sólo cambió con el auge de la demanda del gigante asiático en los últimos años. China comienza su explosión de demanda externa de sorgo en 2012, cuando los precios internos del maíz subieron y se buscó sustituir ese consumo forrajero. No conforme con ello, el gigante asiático dispone de precios sostén para el maíz, lo que encarece los costos hacia adelante en la cadena productiva, por eso el reemplazo en muchos casos con sorgo para uso forrajero. En vista de los elevados y estratégicos niveles de stocks de maíz que dispone China, cualquier potencial liberación de estos llevaría a la demanda de sorgo sustancialmente hacia abajo.
No obstante, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos en 2018 llevaron a que el 17 de abril de ese año el gigante asiático establezca un arancel del 178,6% y abra una investigación antidumping. Luego de un mes de un mercado completamente trastocado, el 18 de mayo China anunció que suspendía la investigación y dejaba sin efecto el arancel. Un nuevo y breve capítulo del peso en la geopolítica en las relaciones comerciales agrícolas, que no dejan afuera de sus efectos al mercado del sorgo. A pesar de ello, no se llegó a reflejar en el volumen de las importaciones de la gramínea, teniendo en cuenta que EE. UU. continuó siendo el mayor proveedor de China, aunque en los últimos años Argentina ha logrado sentarse en la mesa chica de los abastecedores del mercado del gigante asiático.
No caben dudas que los aspectos geopolíticos seguirán influyendo los mercados de commodities a nivel mundial, y el sorgo espera tener un rol protagonista. Nuestro país puede mirar atentamente el desenvolvimiento de estas dinámicas bilaterales y multilaterales para aprovechar potenciales oportunidades y apuntalar su rol como proveedor de alimentos a nivel mundial.