Preocupa a la molinería el precio del trigo

Fuentes de la industria consultadas por BAE Negocios coincidieron en que, si bien hay stocks para cubrir esta demanda hasta el empalme con la próxima cosecha fina, la mayor parte del trigo disponible está en poder de productores, acopios y cooperativas.

Esta situación, sumada a la sugerencia del Gobierno sobre el precio máximo para la venta de harina por parte de los molinos, genera tensión hacia el interior de este sector y, según advirtieron analistas del sector, si se impone el precio internacional de este cultivo, se verá afectado el precio de los productos panificados.

A meses del inicio de la siembra de trigo, estimaciones públicas y privadas indican que el stock disponible se encuentra sobre las 4 millones de toneladas, de las cuales cerca de 3 millones están en manos de productores, acopios y cooperativas.

En este escenario y con una exportación que salió a jugar fuerte sobre finales del año pasado y los primeras semanas de 2020 ante rumores de subas en los derechos de exportación, la provisión de insumos para la industria molinera es ajustada.

Como punto a tener en cuenta, y según datos oficiales, mientras a esta altura del año la exportación se anotó compras por 14,65 millones de toneladas, para el mismo período de 2019 sumaban 10,89 millones de toneladas.

En esta diferencia radica gran parte de las urgencias de los molinos al momento de hacerse de materia prima y el precio del trigo será el principal escollo que deberá sortear esta industria.
En un escenario de incertidumbre, los productores analizarán al máximo el momento de venta, mientras se encuentran abocados a la cosecha gruesa. En el otro rincón, desde Comercio Interior habrían «sugerido» a los molinos que el precio de la harina de la bolsa de 25 kilos no deberá superar los $700.

A valores de los últimos días y para llegar a una harina con ese precio, la industria no debería pagar más de $13.000 la tonelada del cereal, pero las cotizaciones oscilan entre los $13.500 y $14.000 por tonelada. Según explicaron a este medio fuentes que conocen bien de cerca el día a día de a molinería, cuentan con un stock de trigo como para trabajar tranquilos por espacio de un mes.

En este punto, confluyen una serie de variables que podrían tener incidencia directa sobre el precio de los panificados. Si se mantienen los precios internacionales en la tónica actual y los molinos compran por encima de los $13.000, el traslado al precio de la bolsa de harina será inevitable y, además de generar un aumento en los precios de los panificados, habrá tensión con el Gobierno, que busca mantener a raya el precio de alimentos sensibles como el pan y la carne.


Por Andres Lobato

Fuente: Agritotal