Maquinaria agrícola: en Argentina, por una sembradora se paga el doble de impuestos que en Brasil

“Una agenda común para crear más inversión y empleo en Argentina. Eliminar impuestos distorsivos para competir en una cancha nivelada”, es el título de un estudio de competitividad que dieron a conocer una decena de entidades que representan a industriales metalúrgicos, entre las que se encuentra la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA).

Se trata de un trabajo en el que estas asociaciones aseguran que la metalurgia podría sumar U$S 7.400 millones por año a la economía y miles de empleos en la próxima década, como aliado de sectores como el petróleo y gas, la energía renovable, la forestoindustria y la minería.

“Para lograrlo es necesario que mejoren las condiciones de competitividad estructurales. Una macroeconomía ordenada es la base para devolverle competitividad a las empresas. Coincidimos con el trabajo del gobierno en esa dirección y valoramos el esfuerzo que todos los argentinos están haciendo en la transición hacia un nuevo régimen económico”, señala el documento.

Y agrega: “Los industriales argentinos sabemos producir y competir, pero necesitamos que las políticas públicas resuelvan los factores que las empresas no podemos controlar, para poder seguir generando inversiones y empleo que ayuden a todos los argentinos a alcanzar su potencial”.

LOS IMPUESTOS EN LA MAQUINARIA AGRÍCOLA

En este contexto, los empresarios ponen el foco en el alto peso que tienen los impuestos en el precio final de un equipo, y mencionan a este aspecto como uno de los principales que resta competitividad.

“Hoy los productos metalúrgicos en Argentina soportan una carga impositiva del 32% promedio sobre el precio en puerta de fábrica sin IVA, más del doble que Brasil y México. Además, un tercio de estos impuestos son distorsivos, es decir que se acumulan en la cadena de valor (débitos y créditos, Ingresos brutos, tasas municipales, sellos/otros)”, señala el reporte.

Para ilustrarlo, elaboraron un gráfico que muestra la composición de la carga tributaria sobre el precio de productos metalúrgicos (en la puerta de la fábrica, sin IVA).

Por ejemplo, en el valor de un silo en Argentina, el 34% del costo son impuestos, contra 15% de Brasil y 19% de México. Mientras que un productor o contratista local paga para renovar su sembradora 33% de impuestos, en los otros países también los porcentajes son 15% y 19%, respectivamente. Cifras similares ocurren con una tolva o un cabezal maicero.

“Argentina tiene una de las cargas tributarias más altas del mundo, con una estructura impositiva compleja y más de 155 impuestos y tasas. Los productos metalúrgicos soportan, en promedio, un 32% de impuestos sobre el precio del producto en puerta de fábrica (sin IVA), más del doble que en Brasil o México, lo que desincentiva la producción industrial”, insiste el estudio.

En tanto, el informe subraya que, además de la carga impositiva, la industria enfrenta otros desafíos como costos laborales no salariales, falta de crédito y costos logísticos, que le han quitado dinamismo a un sector privado que puertas adentro de la fábrica tiene calidad y procesos de nivel mundial.

Además, cita que el sector privado argentino tiene menos financiamiento que el resto del mundo (solo 12% del PBI, contra 29% de Uruguay o 72% de Brasil) y también está entre las peores naciones en relación a su desempeño logístico.