Las lluvias llegaron tarde para el trigo y el girasol, que vuelven a caer en sus proyecciones

Las últimas precipitaciones que se registran en las principales regiones productivas del país son una buena noticia para el agro, pero en el caso de cultivos como trigo y girasol, llegaron tarde y no alcanzarán para recomponer rindes o bien finalizar la siembra inicialmente prevista.

De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la cosecha de trigo correspondiente a la campaña 2022/23 avanzó hasta casi un 10% de la superficie implantada.

Con un rinde promedio de 1.100 kilos por hectárea, hasta el momento la producción acumula un volumen de 595.000 toneladas.

Ante este escenario, la estimación de cosecha del cereal cayó en 800.000 toneladas y retrocedió de 16,2 millones a 15,4 millones de toneladas.

De todas maneras, anticiparon que el recorte podría ser mayor, porque aún no finalizó la evaluación del daño que sufrió el cultivo y los pronósticos climáticos alertaron sobre posibles eventos de bajas temperaturas, inusuales para esta época del año y que podrían sumar un factor de estrés.

EL DILEMA DEL GIRASOL

En girasol, la falta de humedad en el centro y norte del área agrícola frenaron la siembra, mientras que hacia el sur el freno vino por el lado de las heladas.

Si bien las últimas lluvias reactivaron la marcha de las sembradoras, la BCBA indicó que los productores comenzaron a optar por otras alternativas en cultivos de gruesa.

Así, la proyección de área sembrada para la oleaginosa cayó en otras 100.000 hectáreas y queda –por el momento- en 1,85 millones de hectáreas. De esta nueva proyección de superficie, actualmente se encuentra sembrado el 51,9 %.

Cabe recordar que la Bolsa porteña ya redujo en tres oportunidades su estimación de siembra, desde las dos millones de hectáreas originales.

EL ESCENARIO EN ZONA NUCLEO

En el caso de la zona núcleo, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) describió un panorama similar a su par porteña en cuanto al trigo.

En el caso de soja y maíz, las últimas lluvias son una gran noticia para los productores.

Tras una sequía que fue protagonista en las úlitmas tres campañas, en la región núcleo las lluvias acumularon entre 50 y 60 milímetros en los últimos días.

En el caso del trigo, explicaron que aunque los lotes de trigo están absorbiendo gran parte del agua caída, llegaron tarde.

En maíz, los productores que apostaron por las siembras tempranas fueron los más beneficiados. En este punto, los cultivos empezaron a exhibir una gran recuperación y si bien algunas localidades se vieron afectadas por granizo, en línea generales el cereal respondió bien a las últimas lluvias.

Por el lado la soja, la sensación generalizada es de alivio. “Recordando que el año pasado más de un millón de hectáreas no pudieron ser sembradas, estas lluvias eran cruciales”, sostuvieron y así, esperan que se retome la siembra de la oleaginosa.