El trigo se recuperó después de las lluvias del fin de semana. El 91 % de los lotes se encuentran en un estado de bueno a muy bueno. El rendimiento que se espera es de 35 qq/ha.
Las precipitaciones dejaron un acumulado de entre 30 y 100 milímetros, dependiendo la localidad. El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que el sector productivo está contento.
“Estamos felices. Incluso mucha gente no relacionada con el campo está muy feliz. Es una nueva posibilidad para toda la región”, dijeron los técnicos de la BCR tras las lluvias.
Sin embargo, el escenario no es igual en todos lados. Los reportes señalaron que el 20 % de la zona núcleo tuvo lluvias por menos de 10 milímetros. Esta zona estuvo comprendida por el centro-sur santafesino, extremo sur cordobés y noroeste bonaerense.
“Tras las lluvias mejoraron los cuadros de trigo: los regulares bajaron un 13 % y subieron los muy buenos un 21 %. Hoy en la región, del millón de hectáreas sembradas, el 31 % está en muy buenas condiciones, el 60 % bueno y el 9 % aún se conserva en estado regular”, informó la BCR.
Trigo
Para este cultivo de invierno, las lluvias significaron un respiro para una campaña con escasez de agua en los perfiles. Se habían reportado amarillamientos tempranos y pérdida de plantas y caída del potencial.
Por otra parte, la pregunta que surge es por qué las lluvias no fueron parejas si se está en estado de El Niño. “Por definición (de la NOAA) hay Niño cuando se da una anomalía de temperatura superior a +0,5 por más de tres meses y modificación de los vientos alisios. Por lo que técnicamente, el Niño es consistente en el Pacífico Ecuatorial Central desde junio 2023, aunque sus efectos sobre las lluvias en la región pampeana hayan sido inexistentes todo el invierno. Esto es normal dado que el Niño hace pesar su mayor influencia en el semestre cálido de Argentina.”, explicó el consultor de la BCR Alfredo Elorriaga.
Al mismo tiempo, aclaró que no alcanza con un evento de lluvias abundantes sobre una parte de la región pampeana, ya que El Niño es la recurrencia de anomalías pluviales. Por el momento, no es un preponderante en la oferta de agua.
Al mirar el potencial del trigo, los números arrojaron que las expectativas para el cultivo es alcanzar un rendimiento de 35 qq/ha. “En las zonas donde llovió muy poco, particularmente en el centro santafesino, los ánimos son otros, ya que la mitad de los lotes continúan regulares”, explicó un técnico agrónomo.
Por este motivo, si no llueve el potencial seguirá cayendo. En Carlos Pellegrini, estiman solo 20 qq/ha. En El Trébol señalaron que las lluvias escasas podrían incrementar la incidencia de enfermedades foliares, aunque aguardan con esperanzas alcanzar 35 qq/ha.