En Entre Ríos, el área sembrada con maíz de primera se posiciona en un valor similar al registrado el año pasado que fue de 378.900 hectáreas.
Según la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, el estado fenológico es muy amplio, debido a que las escasas lluvias y la sequía instalada en el mes de septiembre dificultaron la normal implantación del cereal.
El peor escenario correspondió a cultivos de Diamante, Paraná, Victoria y Nogoyá, donde las labores se paralizaron hasta mediados de octubre, pero gracias al retorno de las lluvias a la región se generó un cambio favorable que impulsó nuevamente la siembra.
Por tal motivo, los lotes implantados en fechas muy tardías se encuentran desde V3 a V5 (tres a cinco hojas desarrolladas) hasta sitios sembrados a fines de agosto que ya han alcanzado la etapa de R3 (Grano lechoso).
A partir de las consultas efectuadas a la red de colaboradores se determinó la condición general del maíz, que a nivel provincial es la siguiente: Muy buena 43 %, Buena 51 % y Regular 6 %. «Los colaboradores destacan un impacto positivo originado por las lluvias. Además reportan que los lotes en condición regular, se asocian a baja cantidad o heterogeneidad en el tamaño de las plantas», indica el informe semanal.
Es contrastante la variación interanual en la condición del cereal, el año pasado bajo un escenario dominado por “La Niña”, al 30 de noviembre de 2022 solamente el 52 % del área se encontraba dentro de la condición buena a muy buena, mientras que actualmente gracias a los efectos del “El Niño” el valor asciende al 94 %.
Por el andarivel del girasol, ponderan que la producción resultaría en una caída interanual del 70%. Indican que la superficie sembrada es escasa y abarca alrededor de 5.000 hectáreas. Por lo tanto, se proyecta una caída interanual del 70 % aproximadamente.
La escasez en la producción se debe principalmente a que, al inicio de la siembra, los departamentos ubicados en la costa del río Paraná presentaban reservas hídricas escasas y hasta incluso un escenario de sequía, lo cual limitó el normal desarrollo de las labores. Cabe recordar que, en el ciclo 2022/23, los departamentos Paraná y La Paz abarcaron el 70% del área total cultivada con la oleaginosa.
Los colaboradores comunican a la entidad que el estado fenológico se encuentra desde botón floral a floración, no se reportan problemas sanitarios y la condición general del cultivo se califica de buena a muy buena, aunque se detecta en algunos sitios menor cantidad de plantas de lo planificado.
En tanto, informaron que la producción de brasicaceas se posicionaría cercana a las 30.000 toneladas: se implantaron un total de 20.000 hectárea, con el 55% de colza, 35% de carinata y el resto a la novel camelina. A nivel provincial se cosechó el 80 % (16.000 hectáreas) y el rendimiento promedio se ubica cercano a los 1.500 kilos por hectárea, con un rango de rendimientos a nivel de lote desde 500 hasta máximos cercanos a 3.000.