De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, en la región, el aumento estimado es de un 11%. La soja vuelve a apuntar a un área cercana a los 5 M ha: en concreto 4,95 M de ha tras haberse sembrado el hectárea más bajo de los últimos 15 años en la región (4,45 M de ha).
¿Por qué vuelve la oleaginosa con fuerza a la región?
Clima, costos, disponibilidad de insumos e incertidumbre, señalan los técnicos de la región. En Cañada de Gómez dicen: “pronósticos de lluvias poco alentadores y altos costos de insumos bajan la intención maicera. En esta campaña, la superficie sembrada con trigo fue un 20% inferior a la pasada; el maíz también será un 20% menor. Vamos a tener un fuertísimo crecimiento de soja de primera en nuestra en zona”. “Los productores están pensando en una gran siembra de soja por la incertidumbre económica y política”, dicen en Bigand. Allí, como en gran parte del centro de la región núcleo —zona que fue muy castigada por la sequía y los malos rindes maiceros de la reciente cosecha— la incertidumbre pesa más todavía y es dónde se daría el mayor crecimiento de soja con un 15 a 20%. En Bigand explican: “con soja de primera los productores tienen menos inmovilización de capital en el arranque. Es también la opción más sencilla para los productores que quedaron con menos reservas como consecuencia de la última sequía. El maíz perdería un 15%”. En Bombal estiman que la suba del área con soja será de un 15% respecto a la campaña anterior. La menor inversión y la incertidumbre favorecen la siembra de soja. La desventaja es interrumpir la rotación de cultivos que se venía haciendo”.
“El cultivo está sufriendo: con las heladas y la falta de humedad han comenzado a secarse las hojas más viejas. Empieza a verse un amarillamiento generalizado”, informan los técnicos de Carlos Pellegrini. En la región núcleo, los lotes en condición entre regular y mala aumentaron 100.000 hectáreas en la última semana. Ahora alcanzan un 20% del área sembrada del trigo de la región, tras las últimas heladas de esta semana. En promedio, la región alcanzó mínimas de -2ºC a -4ºC. En Bellville se registró -4,7ºC el 18 de julio.
En Corral de Bustos hay lotes “manchoneados”, problemas de malezas y un cultivo estancado. Allí, la mitad de los cuadros están entre regular y mal (15% mal). Los técnicos agregan que “difícilmente podrán recuperarse”.
La diferencia en la condiciones de siembra explica en buena parte porqué el 70% de los lotes de la región está bueno y el 10% muy buenos. “Los trigos sembrados con buena humedad se implantaron sin problemas. Son los que mejor se encuentran. Están frenados por el frío, pero con expectativas de buenos rindes”, dicen en Corral de Bustos de la otra mitad de sus lotes, la que está buena.
Todos en la región señalan que es fundamental el regreso de las lluvias para reactivar el crecimiento del cultivo.