Los embarques de trigo argentino en enero de este año retrocedieron 86% respecto a igual mes de 2022, un fenómeno que estuvo estrechamente ligado a la fuerte sequía que vivió la Argentina y que diezmó la producción recortándola a la mitad del ciclo anterior (11,5 millones de toneladas en la campaña 2022/23 según datos de GEA de la Bolsa de Rosario, vs 23 millones de toneladas en la 2021/22).
En enero de este año se embarcaron 400 mil toneladas del cereal, en contraposición con los 2,93 millones de toneladas del primer mes del año 2022, lo que muestra el nivel de caída registrada.
Por otra parte, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), los embarques de trigo en diciembre y enero por campaña comercial muestra que en la comparación interanual, durante los dos primeros meses de la campaña 2022/23 se despacharon 1,33 millones de toneladas (Mt) del cereal, mientras que los envíos externos de diciembre y enero del ciclo pasado totalizaron 5,20 millones de toneladas. Esto representa, a nivel país, una caída del 74% interanual desde el comienzo formal de la campaña.
Con la cosecha ya finalizada y las existencias en sus mínimos niveles históricos, puede esperarse para febrero un desenvolvimiento de los despachos al exterior similar al del bimestre precedente.