La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio a conocer una primera estimación de siembra de maíz 2023 -2024. La entidad proyecta una superficie destinada al maíz de 7,3 Millones de hectáreas, lo que representa un incremento interanual del área sembrada del 2,8 % (es decir, unas 200.000 hectáreas por encima de la campaña previa.
El cereal de verano tiene una ventana de siembra que va desde mediados del mes de agosto en el centro del área agrícola y se extiende hasta las primeras semanas de febrero en el norte.
«El escenario inicial muestra con una tendencia levemente positiva al total de maíz, fundamentalmente para los planteos tempranos comparando con el ciclo 2022/23», indicó el informe.
Esto tiene que ver con el fuerte déficit hídrico a la siembra que tuvo lugar en el ciclo anterior y que generaron el atraso en la misma.
Por lo tanto, la intención es que la proporción temprano/tardío vuelva a valores normales, aunque sujeto a la disponibilidad hídrica durante los meses de septiembre y octubre.
Las principales variables que tienen significancia a la hora de decidir sembrar maíz en este nuevo ciclo son: el nivel de reservas hídricas inicial de cara al comienzo de la ventana de siembra de los maíces tempranos, disponibilidad y precio de los insumos, superficie que ha dejado liberada el trigo y el girasol, un precio del cereal inferior a la campaña previa y la necesidad de sembrar para cubrir el bache que dejo el ciclo anterior.
Frente a este panorama, se proyecta una superficie total destinada al maíz con destino grano comercial de 7.300.000 hectáreas para la nueva campaña, sujeta a la evolución de variables económicas y del tiempo (lluvias, temperaturas, etc.) durante la extensa ventana de siembra.
En términos relativos, la actual proyección refleja un incremento interanual del área sembrada del 2,8 % (es decir, unas 200.000 hectáreas por encima de la campaña previa), teniendo en cuenta que las severas condiciones climáticas durante el ciclo previo no permitieron la incorporación de un mayor número de lotes. En línea con lo anterior, la proyección significa, además, una reducción del -5,6 % en comparación al ciclo récord 2021/22.