El peaje que Argentina está cobrando a los buques que transportan mercaderías por la Hidrovía «es excesivo» y podría expulsar fletes hacia otros destinos, con la consecuente disminución de la actividad en los puertos y empresas nacionales.
«Hay que revisar ese número para que los puertos argentinos no pierdan carga, las industrias no pierdan volumen y no se vaya mercadería hacia puertos de otros países, generando trabajo en otro lado», resumió Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales.
En las últimas semanas, desde la entidad advirtieron que la tarifa de u$s 1.47 TRN (Tonelada de Registro Neto) «es notoriamente excesiva» para el tramo Confluencia-Rosario; y que «de mantenerse, podría encarecer innecesariamente los costos logísticos de nuestra producción nacional y de las exportaciones de determinados productos».
Zubizarreta reveló que la cámara contrató una consultora que, tras un análisis económico, determinó que «con un peaje de más o menos u$s 0.55 se deberían pagar las obras necesarias para hacer el mantenimiento del río».
Al respecto, recientemente se realizó en Buenos Aires la LIX Reunión de la Comisión del Acuerdo del Comité Intergubernamental de la Hidrovía (CIH), donde Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay también criticaron la tarifa impuesta por Argentina, considerando que «no demostró servicios efectivamente prestados para la navegación segura en el tramo de Santa Fe a Confluencia que justifiquen el cobro de una tasa retributiva».
Sobre el importe del peaje, Zubizarreta aclaró que «es razonable» que se cobre para cubrir el costo de las obras de mantenimiento que garanticen la navegabilidad. «Pero es excesivo lo que están cobrando y va a ahuyentar el tráfico», remarcó, hacia otros puertos en Brasil o el Pacífico. Ese monto, debería «estar acorde con los servicios prestados».
Al respecto explicó que el tráfico de mercaderías que actualmente recalan en puertos argentinos, generan empleo en las terminales pero también en las industrias que procesan la materia prima que arriba por la Hidrovía. Por ejemplo, el hierro que se transforma en acero en San Nicolás. «Al ponerle una tasa tan alta al flete, se encarece esa mercadería y corremos el riesgo de que salga por puertos brasileros o del Pacífico, eso es malo», insistió.
Si bien una parte de las cargas seguirán bajando por la Hidrovía, consideró que hay una parte marginal «que va a irse de camión a los puertos brasileros; o en el caso de mercaderías más al oeste del río, como la de Bolivia, hacia los puertos en Chile y Perú».
Sobre el servicio de mantenimiento actual, Zubizarreta consideró que «no es eficiente». Para explicarlo recordó que, antes de la concesión que venció en 2021, la Hidrovía era administrada por una empresa estatal de dragado «y era un desastre, no había calado y eso nos quitaba competitividad». Mientras el servicio estuvo en manos privadas, «funcionó muy bien», porque permitió darle calado al río y establecer fletes más competitivos. Desde que venció el contrato, la Administración General de Puertos tomó el control de la Hidrovía «pero como no tiene equipos, subcontrata a la misma empresa que hacía el trabajo antes; que hace el dragado; nosotros creemos que eso no es eficiente», sentenció.
Ahora, «creemos que hay que hacer un nuevo proceso licitatorio, transparente; donde el dragado se haga a riesgo empresario», afirmó. Incluso consideró que «sería una locura» una contratación directa, como se rumoreó que el gobierno nacional pretendía hacer con una empresa china. «Lo más lógico es que haya una compulsa entre empresas dragadoras para cobrar un peaje por un servicio y que si ese contrato no se cumple que paguen en base a una cláusula que lo castigue», concluyó.