Granos: entre la tregua global y la presión de la cosecha en Argentina

Mientras el mercado internacional muestra signos de estabilidad, la cosecha de soja en Argentina y la dinámica cambiaria marcan la agenda local. Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, analiza las claves que impactan sobre los precios de los granos y la evolución de los mercados en un contexto internacional que aún guarda tensiones.

El foco internacional se centra en la siembra de maíz y soja en Estados Unidos, la evolución de los cultivos de trigo y la disminución de la conflictividad comercial pero en Argentina la presión de cosecha de soja y el funcionamiento del mercado cambiario marcan el ritmo.

«En Estados Unidos el clima viene siendo favorable para los cultivos: llueve lo suficiente como para mejorar la humedad de los suelos, pero sin generar demoras en la siembra», explicó Romano. En ese sentido, recordó que el 12 de mayo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) publicará su reporte de oferta y demanda global, que “se espera bajista para el maíz, dado el aumento de superficie sembrada, y alcista para la soja por su menor área».

Respecto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Romano señala: «El volumen de la guerra comercial ha disminuido, pero aún persisten idas y vueltas. Actualmente, Estados Unidos mantiene aranceles elevados (145%) sobre productos chinos, y China responde con aranceles del 125% sobre los norteamericanos». Sin embargo, aclara que «Estados Unidos exceptuó productos como electrónicos y automotrices, y suspendió para el resto del mundo los aranceles anunciados el 2 de abril».

Esta semana, ambos países reconocieron estar en diálogo, aunque sin grandes avances. «Mientras Norteamérica asegura estar negociando un acuerdo, China lo niega, reclamando mayor respeto en el trato y manifestando que no desea una guerra de aranceles, pero participará si se ve forzada», indica Romano. Además, agrega que «China trabaja en un listado de productos estratégicos que serían exceptuados de los aranceles».

Este escenario trajo algunas consecuencias inmediatas: «Hubo una mejora en los valores de Chicago y una baja en las primas de exportación sudamericana, lo que explica que, por ahora, nuestros mercados locales no estén sintiendo un impacto negativo por la guerra comercial», detalla.

Romano también destaca otro dato relevante: «Estados Unidos no impondrá la multa a los buques graneleros chinos que transporten cargas generales, como granos, en sus puertos, aunque mantiene restricciones para otros embarques. Además, si una naviera demuestra haber encargado barcos a astilleros estadounidenses, la multa podría anularse. Estas sanciones recién quedarían firmes a fin de año, por lo que aún hay margen para seguir negociando». No obstante, advierte que «si esta situación deriva en un menor crecimiento económico global, a largo plazo podría verse afectada la demanda de bienes, incluyendo los granos».

En el mercado internacional del trigo, Estados Unidos muestra una condición de cultivo buena a excelente, en niveles promedio, mientras que en Europa se consolida una recuperación de la producción. «En la región del Mar Negro, aunque persisten algunas dudas por las condiciones climáticas, no se esperan problemas graves de producción, por lo que los precios se mantienen estables», destaca Romano.

A nivel local, la cosecha de soja aceleró su ritmo aunque sigue atrasada respecto a campañas anteriores. «El pico de oferta presionó a la baja los precios medidos en dólares por tonelada», indica Romano. El maíz, en cambio, mostró un avance más moderado, dado el cambio de foco hacia la soja, lo que sostuvo los valores del cereal, particularmente en las posiciones de cosecha nueva.

El trigo argentino, por su parte, «opera sin sobresaltos, con mucha mercadería por embarcar y los molinos comenzando a ofrecer premios interesantes, aunque a partir de valores de exportación que no entusiasman demasiado», apunta el especialista. Para la próxima siembra, la buena noticia es la adecuada humedad en los suelos.

En cuanto al mercado cambiario, Romano señaló que «el peso argentino, que buscaba acercarse al piso de la banda, mostró un rebote y apunta a los u$s 1.200 por tonelada. Se observa una menor volatilidad, pero aún es temprano para sacar conclusiones firmes». Esta dinámica provocó que, medidos en pesos, los precios de los granos mostraran cierta firmeza: «Los valores subieron, con la soja alcanzando los $ 317.000 y el maíz los $ 235.000», detalla.

Finalmente, Romano advierte: «Si el conflicto comercial global impacta negativamente sobre el crecimiento económico mundial, inevitablemente se resentirá también la demanda de granos, afectando los precios en el mediano y largo plazo».