El girasol logró esquivar el golpe de la sequía y cerrará un ciclo productivo con rindes semejantes a los que se esperaban al principio de la campaña.
En el resto de los cultivos 2022/23, el panorama fue desolador: el trigo cayó un 50% con respecto al año pasado y los números de soja y maíz generan alarma en el sector, con una caída que todavía no termina de encontrar su piso.
“El girasol ha sido el cultivo que mejor surfeó la ola”, consideró Ramiro Costa, economista en jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). En el marco de la cuarta Conferencia Internacional de Semillas y Aceites de Girasol, analizó con Infocampo el presente y futuro de la oleaginosa.
Las estimaciones de la entidad se mantienen sobre las 3,9 millones de toneladas. En este punto, consideró que el girasol tuvo una muy buena performance en cuanto a los rindes esperados y no sufrió las pérdidas que se evidenciaron en el resto de los cultivos.
Con esta base, el futuro será promisorio. “Esto genera un muy escenario para adelante, porque hay expectativas positivas respecto a lo que deja el girasol, que además de defender su área sembrada, defendió muy bien sus rindes y llegará a casi cuatro millones de toneladas”, sostuvo.
POLÍTICA Y CRECIMIENTO
Para el economista, el potencial de crecimiento, tanto en girasol como en el resto de los cultivos, es importante si el Estado acompaña y sobre todo, resta presión tributaria. “De continuar con las políticas actuales hay posibilidades, pero limitadas y por debajo del potencial que tenemos”, reflexionó.
Para Costa, la cadena girasolera cuenta con una serie de capacidades que la posicionan favorablemente en el mediano y largo plazo: su capacidad industrial y de crushing; productores con alto grado de profesionalismo y prácticas amigables con el ambiente.
Y agregó: “Si se logran eliminar algunas de las restricciones que tenemos hoy, claramente el sector puede responder con un incremento productivo, que será acompañado de un incremento exportador para abastecer al mercado global”
En la conferencia internacional sobre girasol, el economista presentó un trabajo que ratificó esa posibilidad y puso cifras a los posibles crecimientos en la próxima década. En concreto, planteó tres escenarios, que transitan desde una elevada presión impositiva hasta la eliminación de los derechos de exportación. El escalón de rindes tiene un piso de 105 millones de toneladas, hasta las 151 millones en un escenario libre de impuestos a la exportación.
LA MIRADA DE ASAGIR
Enrique Moro, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) evaluó el avance de la cosecha, que se encuentra sobre el 60% de la superficie implantada. “Comenzó mal en Chaco y norte de Santa Fe, ya se conocía el resultado por la sequía”, abrió su análisis.
En la zona núcleo, explicó que las cifras productivas estuvieron dentro de los valores esperados. Pero en el sudeste y sudoeste de Buenos Aires, afirmó que los rindes presentan valores por encima de las estimaciones previas, situación que permite sostener las proyecciones de 3,9 millones de toneladas.
Para la próxima campaña, el girasol está bien posicionado. “La campaña pasada estuvimos limitados por el tema semillas, que si bien alcanzaron hubo que importar a último momento y se generó incertidumbre”, explicó.
En la campaña 2023/24, Moro señaló que la situación será diferente, porque el mercado estará bien cubierto para abastecer a los agricultores. Un dato que la cadena de valor sigue de cerca es el retroceso en los precios internacionales. “Cayó U$S 200 por tonelada en pocos días, un poco debajo de los U$S 1000. Es llamativo porque en esta época no debería bajar tanto, son vaivenes del mercado”, concluyó.