Con el objetivo de cerrar la revisión técnica de las metas de 2022 por parte del Fondo Monetario Internacional, una delegación del Ministerio de Economía ya está en Washington para iniciar una serie de reuniones con los funcionarios del organismo. Además de abrochar la aprobación formal de los objetivos del año pasado, que permitirá destrabar un nuevo desembolso de u$s5.400 millones, se comenzarán a discutir las perspectivas económicas para este año que estará fuertemente condicionado por el impacto de la sequía.
La comitiva está integrada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; y el jefe de asesores de la cartera, Leonardo Madcur; y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, quienes por esta horas vuelan a la capital estadounidense para iniciar el viernes una agenda de encuentros con el staff técnico del FMI. La misión se dará en paralelos al viaje de Sergio Massa a la India para participar de la cumbre del G20, donde mantendrá distintas bilaterales y buscará apoyo para los planteos globales del Gobierno, como el del costo de la guerra.
El período analizado es el cuarto trimestre de 2022, que cerró con un déficit primario (sin incluir los servicios de deuda) equivalente al 2,4% del PBI, lo que implicó un sobrecumplimiento de una décima si se tiene en cuenta que la meta acordada había sido del 2,5%. En su momento, Economía informó que también se sobrecumplieron las otras dos metas cuantitativas claves para la aprobación de la auditoría: la de acumulación de reservas, gracias al dólar soja II, y la de asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro.
Una vez concluidas las discusiones el staff técnico del Fondo elevará al directorio ejecutivo un informe que incluirá otras consideraciones sobre el período fiscalizado y también sobre la implementación del programa durante 2023. Fuente oficiales le dijeron a Ámbito que esperan que el board del organismo trate la revisión alrededor del 21 de marzo. Una vez aprobada, se liberarán los alrededor de u$s5.400 millones que irán a pagar los próximos vencimientos con el propio FMI, correspondientes al multimillonario crédito que tomó Mauricio Macri en 2018, que justamente caen el 21 y el 22 del próximo mes. “Va todo ok”, señalaron en Economía respecto de las conversaciones con el staff.
Para 2023, la meta de déficit primario es de 1,9% del PBI, en un año marcado por varios condicionantes que el Gobierno argentino busca plantear en las discusiones en Washington, como el impacto de la sequía en la cosecha agrícola (y consecuentemente en el ingreso de divisas y en la recaudación vía retenciones), así como la continuidad del conflicto entre Rusia y Ucrania, con derivaciones en los precios de la energía y los costos de transporte y logística.
Rubinstein y Madcur habían participado de las deliberaciones a principios de febrero con los equipos técnicos del FMI, que se realizaron en formato híbrido: una parte presencial, con los técnicos de segunda línea que viajaron a Buenos Aires, y otra virtual, con el jefe de la misión del Fondo para Argentina, Luis Cubeddu.
Previo a ese contacto, el ministro de Economía, Sergio Massa, consideró a mediados de enero que el FMI estaba incumpliendo su compromiso de revisar los costos de la guerra en Ucrania. “Argentina cumplió su programa, pero el Fondo Monetario no está cumpliendo con Argentina el revisar cómo van a compensar a los países que pagaron el costo de la guerra con su economía. Es un problema a resolver”, dijo Massa en esa oportunidad.
Según sus cálculos, la guerra le costó a la Argentina unos u$s5.000 millones “y no hay ámbito global donde se esté discutiendo este tema”.
En la última revisión de septiembre de 2022, la directora gerente adjunta del Fondo, Gita Gopinath, sostuvo que en el caso argentino “las continuas acciones políticas decisivas están comenzando a dar sus frutos”. “En un contexto externo e interno más desafiante, la implementación decidida de políticas, incluido el endurecimiento de las políticas fiscal y monetaria, está conduciendo a una reducción de la inflación, así como a mejoras en la balanza comercial y la cobertura de reservas”, afirmó por entonces Gopinath.