La economía de la Región Centro (Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos) registra en la última década estancamientos, caídas y subas sectoriales, con recortes del producto per cápita de las tres provincias. Según lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario, con una población de 3,5 millones de personas, el producto bruto geográfico de Santa Fe cayó en 10 años -0,8% y el producto per cápita (por el crecimiento de la población) retrocedió -10,6%.
Sin embargo, hay una intención política a nivel nacional y regional de revertir esta tendencia. Al menos, eso manifestaron de forma coincidente los funcionarios de las tres carteras agroprecuarias. Fue el viernes, en el marco de la reunión de delegados, directores y el Consejo Federal de la Sociedad Rural Argentina, que se desarrolló bajo el nombre «Consensos para una nueva Argentina». El evento contó en la apertura con la participación del gobernador anfitrión Martín Llaryora, y en la segunda jornada con la presencia de las vicegoberandoras Myriam Prunotto (de Córdoba) y María Laura Stratta (de Entre Ríos). Gisela Scaglia no pudo asistir por estar de viaje.
El costo del populismo
Según Ignacio Mántaras, secretario de Agricultura y Ganadería de Santa Fe, hay temas de agenda común. «Vengo de 16 años de ruralismo, y la primera impresión es que la demanda a los gobiernos locales es caminos, electricidad, conectividad, financiamiento, educación, salud, etc. Los 20 años de populismo nos pasan factura. Y dejan a las provincias sin herramientas ni recursos que se fueron durante estas dos décadas», expresó. «Si se va a hablar de federalismo tributario, esa es la obligación de todas las provincias. Se hace muy complejo esta Argentina de desencuentros y con estas asimetrías», agregó.
Por otro lado, manifestó que no se puede hacer política pública sin datos, y de hecho hay un déficit de datos consolidados. De allí que se hayan propuesto avanzar a la digitalización. «Tampoco podemos hacerlo sin instituciones, aunque en Santa Fe las tenemos. Ese entramado lo queremos pivotear como red para aprovechar sin duplicar acciones. Queremos más producción con más productores y con mayor sostenibilidad. Tenemos un tren que vuelve a pasar, y un gobierno que se quiere subir al mundo, de donde estuvimos ausentes durante mucho tiempo. Nos interesa la agenda de duplicar exportaciones. Se puede, pero cruje la infraestructura, y ahí está el tema de la logística. Y eso Santa Fe lo padece, con rutas detonadas, con mucho tránsito federal y no hay visiones de aggiornar la matriz logística. No hay país del mundo que sea 90 % por camión».
Es ahora, y por la Hidrovía
Para Mántaras, este es el momento de la Región Centro. «El eje conductor es la Hidrovía, entendemos que esa convergencia nos pone en un lugar interesante» (de hecho, mañana martes asume Santa Fe la presidencia pro tempore). En este sentido, sostuvo que para Santa Fe y el país es un tema central. «El 80 % del comercio exterior pasa por allí. Un sistema 100% privado que fue un modelo positivo pero merece un aggiornamiento, con los dragados. Tenemos que desarrollarnos hacia el norte con el aporte nacional para descomprimir el sistema logístico. Queremos tener protagonismo, estamos convencidos del modelo, pero ensanchar el río implica cortar islas y tiene un impacto ambiental relevante», advirtió.
Temas de fondo
En cuanto a las falencias estructurales, lamentó que en la provincia estamos arriba de la media nacional en cuanto a la caída de productores del sistema. «Perdimos el 30 %, cuando la media nacional es del 25%. Es un dato que preocupa y por eso queremos poner el eje en el productor. La agresión tributaria tiene costos: calidad de vida en la ruralidad, y eso nos preocupa».
En cuanto a los mercados globales, fue crítico: «Europa hizo sus desastres y ahora nos quiere enseñar cómo producir, pero esas demandas son agenda. Los mercados asiáticos tienen su impronta, muy interesante». Y en cuanto al tema deforestación cero, explicó que en Santa Fe desarrollaron una alianza con All Invest «que nos permitió un diagnóstico para avanzar con un sello propio, aprovechando las ventajas del sistema productivo provincial, donde sólo el 0,4 % de las parcelas están en peligro de deforestación. Eso nos aporta tranquilidad que hacemos las cosas bien, pero eso hay que acreditarlo en el mercado».
Entre Ríos «paralizada»
A su turno, el Ministro de Desarrollo Económico de la Provincia de Entre Ríos Guillermo Bernaudo, resumió los ejes políticos de su gestión, que avanza hacia la digitalización y simplificación. «El sector productivo en Entre Ríos tiene 32 cadenas: el arroz, el sector forestal, avícola, además de las extensivas. Queremos fortalecer desde lo tecnológico estos clusters».
En simultáneo, criticó que en lo logístico tienen una crisis en materia de caminos. «Hay un ámbito de absoluto abandono en la provincia. Estamos simplificando proceso administrativos, digitalizando los documentos para que haya una sola ventanilla para los productores». Pero denunció una burocracia preocupante. «Encontramos habilitaciones trabadas en un ropero con 300 expedientes del año 2016 para instalar galpones de pollos, que nunca recibieron la habilitación. Había una máquina de impedir que sacaba a la gente del sistema», lamentó.
Retenciones y federalismo
Por último, el ministro de bioagroindustria de Córdoba, Sergio Busso, expresó que más allá de las diferencias de cada provincia, «tenemos una región con las mismas características y diagnósticos,. El desafío es encontrar las mismas soluciones, porque cuando uno piensa las necesidades de un productor son las mismas en las tres provincias y allí va nuestro esfuerzo. En un país que se dice federal tenemos distorsiones, sobre todo los DEX, que no es un tema menor. Se viene naturalizando, por el tipo de cambio tan marcado, las regulaciones y limitaciones a la producción y la exportación, que por suerte están desapareciendo, generando un aire de época distinta».