Sumante complicado y solo comparable con la grave sequía que afectó a toda la región triguera en 2008/09: la Bolsa de Comercio de Rosario volvió a reducir su estimación de siembra de trigo: finalmente, se implantarían un millón menos de hectáras que el año pasado, lo que implicaría una producción que perdería 800.000 toneladas.
“Hace un año, con 6,9 millones de hectáreas, el trigo apuntaba a superar los 20 millones de toneladas. Ahora, con malos pronósticos y un escenario muy complejo por falta de agua, la estimación triguera de julio se ajustó a 5,9 millones de hectáreas“, dice la Bolsa. Su último pronóstico había sido de 6,2 millones.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en tanto, prevé 6,2 millones, 400.000 hectáreas menos que las que había estimado inicialmente.
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Ahora, en la segunda mitad de la ventana de implantación, la gran preocupación es lo que sucede en territorio bonaerense, que hasta ahora venía siendo la única zona que presentaba buenas condiciones.
Según la Bolsa, a julio del 2022, la provincia triguera por excelencia está muy afectada por la sequía, sufriendo el peor escenario de siembra de los últimos 15 años.
LO QUE RESTA PARA LA CAMPAÑA DE TRIGO
Revisando el calendario, advierte la Bolsa, hay tiempo hasta fines de julio o hasta los primeros días de agosto para que la siembra progrese en sur de la región pampeana, pero para el centro la fecha límite es el 20 de este mes.
Por eso, “ha sido una noticia muy mala para el cultivo que las lluvias del 10 al 11 de julio incluso hayan sido inferiores a las proyecciones de la semana pasada”.
En diferentes zonas, la situación es la siguiente: en Córdoba, el trigo retrocedió 470.000 hectáreas respecto del año pasado, la caída sería de casi del 35%. Le sigue Santa Fe con una caída del 17%, unas 230.000 menos, mientras que en el norte argentino la baja sería del 19% y restaría 130.000 hectáreas. La Pampa sembraría un 14% menos y sólo Entre Ríos podría sumar 30.000 hectáreas.
HISTÓRICO
“El panorama es complicado y no se observan posibilidades de mejora”, comenta el Dr. josé Luis Aiello, del agrometeorología de la Bolsa, respecto del corto y mediano plazo.
“Los pronósticos prevén el desarrollo de precipitaciones durante los próximos días, con valores y distribución geográfica similares a las de los últimos eventos, de bajos acumulados”, sostuvo.
La sequía de julio 2022 ya es más grave que en el 2020, cuando ya había un millón de hectáreas en condiciones regulares a malas y caía el área sembrada por la falta de agua.
“Esto no es más grave de lo que pasaba a mediados de julio del 2009, año que arrastraba dos ‘Niñas’ (una fuerte y una moderada). Pero la campaña triguera terminaba bien: un “Niño” recomponía el escenario a partir de la primavera y el rinde país alcanzaba los 25 quintales por hectárea. En cambio, el ciclo 2008/09 empezó mal y terminó mal: el promedio país del trigo terminó en 19 quintales”, advierte la entidad.