“Efecto contagio” en el trigo: además de más hectáreas, la campaña viene con un salto tecnológico

En apenas dos meses, el trigo pasó de punto a banca: de una campaña que se presagiaba con menor siembra y prácticamente sin inversión en tecnología, producto de precios deprimidos e insumos caros, se pasó a una en la que desborda el optimismo, producto de la mejora de las cotizacionesy también la fuerte baja que tuvieron los fertilizantes.

Así lo refleja el informe semanal para la zona núcleo de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que reporta un nuevo aumento de la proyección de siembra 2024/25, así como también un “salto tecnológico” para el ciclo que está comenzando.

“Con tecnología de punta, la campaña de trigo tiene la vara puesta en superar los 50 quintales por hectárea (qq/ha)”, señala el análisis de la GEA.

Y además, cuenta que el aumento de la superficie sigue siendo cada vez más grande: hace un mes se esperaba un incremento del 5% en la cantidad de hectáreas sembradas con este cereal, hace una semana había pasado al 10% y ahora el crecimiento ya se eleva al 15%.

TODAS LAS FICHAS AL TRIGO

Según la GEA, los técnicos y productores están hablando de fertilizar con urea con una dosis de 200 a 250 kilogramos por hectárea, con el fin incluso de aspirar a rindes de hasta 60 quintales.

De manera comparativa, vale recordar que en la campaña récord 2021/22 el rinde promedio en la zona núcleo fue de 47,3 qq/ha, con planes nutricionales que habían apuntado a un rinde objetivo de 50 a 55 quintales.

“En el norte bonaerense, afirman planes con más de 180 kg de nitrógeno, según la fertilidad del lote y aspiran a un potencial de 60 qq/ha. En esta semana, en la región núcleo los técnicos resaltan un fuertísimo aumento de dosis de fertilizantes respecto a la campaña pasada, campaña que se fertilizó muy poco”, relatan desde la GEA.

Como ejemplo, en Bigand, donde normalmente la dosis en arranque ronda los 80 kg/ha, ahora se están aplicando hasta 120 kilos. El principal aporte es de nitrógeno y fósforo, pero también se están seleccionando mezclas con micronutrientes como zinc.

En cuanto a la urea, las dosis pasarían de los 150 kg/ha que se suelen usar a 200 y 250 kg/ha.

“Está la genetica, las condiciones de suelo, la humedad y el condimento de una excelente fertilización. Todo está dispuesto pero tener un gran año triguero”, agrega la GEA, en base a datos de colaboradores de la zona de Carlos Pellegrini.

SIEMBRA A BUEN RITMO Y QUE CRECE

Las buenas proyecciones para el cereal se cristalizan en que en solo una semana la siembra avanzó en 360.000 hectáreas.

De todos modos, es menos que el año pasado, cuando el progreso ya superaba el 55%. El objetivo es evitar siembras demasiado tempranas que puedan verse afectadas por heladas, pero a la vez los técnicos advierten que si bien las reservas de humedad son muy buenas, en la superficie no lo son tanto y en una semana podrían empezar a perderse las condiciones favorables.

Por otro lado, como se mencionó, a medida que pasan las semanas, el trigo sigue sumando lotes y “parece consolidarse un efecto cascada o contagio entre los productores”, menciona la GEA.

Esta semana el salto de la intención triguera pasó de 10 a 15%, con lo cual el área ya se ubica en 1,21 millones de hectáreas.

En el este de Córdoba, en Monte Buey, los técnicos comentan: “Habrá entre un 30% a 35% más de la superficie destinada al cereal. Se vuelve a un planteo más equilibrado con un tercio de la superficie de trigo/soja, otro tercio de maíz (temprano) y otro con la soja de primera”.