En ese sentido, indicó que la iniciativa es «una construcción colectiva, surgida desde el sector privado y articulada con el sector público» que «recoge el sentimiento federal para que Argentina pueda impulsar la estrategia de generación de valor». «Actuaría como un disparador de rendimiento de producción, de productividad y sobre todo de industrialización. Queremos generar mucho más valor a nuestras exportaciones y estamos trabajando para ello», añadió.
El plenario se desarrolló en la Sala I del anexo de la cámara baja. Allí, el titular de la cartera agropecuaria remarcó: «Estamos en un escenario donde lo que Argentina produce el mundo lo reclama». En ese marco, resaltó que «el sector va a crecer y nosotros queremos hacerlo con muchos productores argentinos, con empresas argentinas». Por eso explicó que «esta ley es la mejor señal de previsibilidad que le podemos dar a los argentinos, a los productores y a nuestros socios del Mercosur».
Además, Julián Domínguez sostuvo que «en esta ley tenemos todos los instrumentos necesarios para que se pueda generar la carta de navegación para la década». «Una carta de futuro para una de las mejores capacidades que tiene la Argentina que es el sector agrobioindustrial», sumó.
En esa línea, consideró que «la ley plantea un aprovechamiento de la biomasa» y que «esto genera un impulso en la transformación de valor agregado y promueve, en sus propósitos la producción de alimentos procesados, obviamente valor agregado, agroforestales, biotecnología y servicios para el agro».
Por otro lado, sostuvo que el proyecto es «un estímulo adicional a la ganadería» ya que establece modificaciones en la valuación de hacienda del Impuesto a las Ganancias. En esa línea, indicó que se trata de «herramientas que se suman al Plan GanAr» que lanzó la cartera agropecuaria en articulación con las provincias: «El objetivo es producir más y mejor carne. Queremos más animales por madre, queremos más carne por animal. Aumentar el nivel de productividad y aumentar el peso por animal», sostuvo al respecto.
Además, indicó: «Nosotros consideramos estratégica para la defensa de los productores abrir la exportación de la vaca de D y E. Creemos que eso tiene un alto valor de reposición en el productor que ha permitido recomponer volumen e ir mejorando la genética y la productividad».
«Yo lo he hecho dicho hasta el cansancio no podemos matar a la gallina de los huevos de oro que son los productores. Si hay algo que tenemos que defender si queremos seguir produciendo, si queremos seguir exportando, si queremos seguir dando respuesta a la demanda global de alimentos es defender al primer paso de la cadena que es el productor argentino», completó.
También señaló que el proyecto establece «un horizonte de inversión» que contribuye en el camino de preparar a nuestra producción ante los desafíos del cambio climático.
«El cambio climático vino para quedarse y la respuesta vine de parte de la biotecnología y de seguir incorporando al sector del conocimiento en las cadenas», agregó.
El proyecto de ley de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador tiene como objetivo promover el incremento de la inversión y el empleo, impulsar la producción y la competitividad de los distintos sectores que forman parte de las cadenas agrobioindustriales, las exportaciones y conservar el capital natural del suelo en el marco de las buenas prácticas y las medidas de adaptación al cambio climático.
Con esa meta, el proyecto establece un régimen de fomento que regirá por 5 años con posibilidades de prórroga por 5 años adicionales.