Dólar, cepo y tipo de cambio real: el impacto sobre los costos de la soja y el maíz

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) compartió en el relevamiento de junio un análisis de la evolución del tipo de cambio y el impacto del cepo.

Desde FADA destacan que en los últimos 12 meses, el incremento del tipo de cambio nominal oficial fue del 61%, pasando de $43,40 por dólar a $69,97. En los últimos 3 meses, se incrementó un 9,7%.

En términos de tipo de cambio real multilateral, en los últimos 12 meses mejoró un 2%. Medido a precios de junio de 2020, el tipo de cambio de junio de 2019 era el equivalente actual de $65,56. Mientras que, con el mismo cálculo, en junio de 2018 fue de $65,42.

«Que el tipo de cambio real evolucione por encima de los costos es positivo para el resultado económico de estas actividades agrícolas ya que reduce el valor en dólares de los costos pesificados», explican desde la Fundación.

Además, también colabora en este sentido el congelamiento del precio del gasoil, principal costo de los fletes y labores agrícolas.

El relevamiento analiza la estructura de costos de los cultivos de acuerdo a la moneda en la que están expresados: «Se puede identificar que un 58% de los costos de una hectárea de soja están estrictamente dolarizados mientras que el restante 42% están pesificados». Esta relación en marzo de 2020 era 56%-44%, pero al mejorar el tipo de cambio real, hace que los componentes pesificados tengan menor peso relativo. «Si se considera el costo de la tierra dentro del esquema de costos, los costos dolarizados en una hectárea de soja pasan a representar el 68%», agregan.

En el caso del maíz, como los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 62% de la estructura, mientras que los pesificados alcanzan el 38%. En tanto, si se considera el costo de la tierra, el peso de los costos dolarizados asciende al 68%.

Igualmente, desde FADA agregan que el componente en pesos, también suele tener una alta relación con el dólar por dos motivos:

La rápida transmisión de la devaluación a los precios que hay en una economía inflacionaria como la argentina
Porque dentro de los costos pesificados está, por ejemplo, el flete cuyos costos dependen en gran medida del precio del combustible y este está ligado directamente al precio del petróleo y del dólar. Lo mismo ocurre con las labores. Además de que el valor de los camiones y maquinaria también guarda correlación con el tipo de cambio.
«Así como esta relación encarece la estructura de costos pesificados en momentos de devaluaciones, también ayuda a anclarlos en momentos de tipo de cambio oficial estable, como los últimos meses», destacan desde la Fundación FADA.

Cepo cambiario
Un análisis aparte merecen las restricciones impuestas al acceso al tipo de cambio oficial, más conocido como cepo cambiario: «Han generado una importante brecha cambiaria, con un tipo de cambio oficial de $69,67, un dólar bolsa de alrededor de $107 y un blue de $125».

Esta situación generó temores en la cadena agrícola de que la brecha se traslade a incrementos de los costos de los insumos, situación que se dio en el cepo que operó entre 2012 y 2015.

David Miazzo, economista Jefe de FADA, explica que la diferencia con ese cepo es que no sólo era cambiario, sino que también era importador, es decir, no sólo se dificultaba el acceso al tipo de cambio para dolarización de ahorros, sino que se restringía el acceso a dólares para importación, acompañado de licencias no automáticas para la importación: «Esto generaba escasez y encarecimiento de bienes importados».

Al campo, en particular, lo afectó con una suba de los costos de los insumos: «Hasta mayo las restricciones se habían limitado al cepo cambiario, con algunas restricciones para la importación, pero sin efectos generalizados, por lo que no se habían evidenciado incrementos de costos de los productos importados», agrega.

En este contexto llegó una nueva resolución del BCRA para limitar la operatoria de contado con liquidación y de firmas que tuvieran dólares líquidos en el exterior. En un primer momento se generó una paralización de las ventas de insumos por temores de que pudiera verse afectada la importación de insumos. Sin embargo, el BCRA salió a aclarar que no debía verse afectado.

En este momento, desde FADA señalan que los insumos del campo se comercializan a tipo de cambio oficial y no se han evidenciado subas generalizadas de precios: «Hay algunos productos fitosanitarios puntuales en los que se han visto incrementos de precios, pero estabilidad en muchos otros, y caídas de hasta 13% en fertilizantes, por la baja del precio del petróleo».

De igual manera, desde la Fundación advierten que esta situación podría verse alterada si el cepo cambiario va mutando en un cepo importador que haga escasear y encarezca de manera generalizada las importaciones.

«Una negociación exitosa de la deuda, un tipo de cambio que no se atrase y una política monetaria y fiscal responsables son las condiciones para que no se endurezcan las restricciones de acceso al tipo de cambio oficial y las importaciones», concluye el economista.

Fuente: Agrofy News