Chaco y Formosa en llamas: en 10 días registraron más de 8000 focos de incendios en los campos

La falta prolongada de lluvias y la cantidad de focos de incendios en el norte de Chaco y en Formosa tiene en alerta a los productores de ambas provincias donde han visto cómo parte de su capital se ha convertido en cenizas y otro tanto, por el ganado, está debilitado por la sequía y la falta de recursos forrajeros producto del avance del fuego sobre las pasturas.

Los focos han golpeado considerablemente a las provincias del NEA. Según el Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, en Formosa entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre se contabilizaron cerca de 5600 focos de incendios, mientras que en Chaco 2500 estaban consumiendo pasturas, rastrojos de cultivos y bosques.

«Como mínimo se han quemado entre 85.000 y 100.000 hectáreas de los focos surgidos los últimos dos días. Esto empezó en la zona de Las Breñas que fue uno de los primeros lugares donde hubo incendios. En este momento se está dando en la región centro, centro sur y norte de Chaco en los lugares más ganaderos, donde hay más cantidad de pastizales naturales o implantados», dijo a LA NACION el presidente de la Sociedad Rural de Pampa del Indio, Marcos Viter.

En varias localidades del Chaco los productores señalan vía grupos de WhatsApps falta de reserva forrajera, ya sea por el paso de las llamas o la falta de humedad donde se hace producción agrícola-ganadera. Además, por esa vía se organizan para la compra y venta de ganado en pie, así sea por la falta de alimentos o para poder comprar rollos en otros lugares de la región.

No obstante, el principal objetivo del grupo, dicen, es la solidaridad entre los vecinos que colaboran con alimentos para el ganado y facilitan las alertas de los campos incendiados.

«A estos campos no les queda nada de recursos forrajeros; se están agotando. Se está empezando a achicar la reserva de tres meses y vamos a tener seis meses graves porque no hay nada para darles de comer a los animales», expresó. Y agregó: «Hay versiones de que (los incendios) son intencionales y otros por descuido. Yo no quiero creer que son a propósito o descuido de nosotros, pero la mayoría son todos provocados, habría que ver a los responsables. Hay gente a la que se le va de la mano; el abanico de probabilidades son amplias, pero sí son provocadas por el hombre», apuntó.

Aclaró que, si bien los productores trabajan en el campo, también dependen del medio ambiente. «Jamás haríamos algo que lo afecte», afirmó. A Viter también se le incendió el campo, pero según contó, lo pudo apagar a tiempo. «Cuando hay algún foco nos avisamos de una forma u otra entre los productores. Esto es dormir con un ojo abierto, levantarte más temprano que de costumbre, agarrar la camioneta e ir a supervisar que esté todo en orden y recién ahí seguir con todas las tareas», dijo.

Los problemas que van a presentar los productores de esa región, según advierten, son por la sequía, pero los focos de incendios son la frutilla del postre. «En toda la provincia tenemos un porcentaje de preñez equivalente a un 55%, pero de ese porcentaje debe estar afectado un 50%. A esto se acarrea la mortandad de animales por la sequía», sostuvo. Las alternativas que están tomando son priorizar los animales más débiles o desprenderse de hacienda para comprar alimento para otros. «Hay gente que está vendiendo los animales porque en 15 días más ese animal no va a poder moverse por la debilidad ante la falta de comida», aseguró.

En esa línea, René Luna, coordinador de operaciones del cuartel de bomberos voluntarios de Las Breñas, remarcó: «Se han quemado muchas hectáreas entre la zona de Miraflores, el Gran Chaco y el Impenetrable, pero gracias a Dios no hemos lamentado pérdida de vidas humanas. Hemos perdido la flora en su totalidad porque con la crisis hídrica, esa flora queda destruida; la situación de Chaco es muy triste».

Según recordó el oficial de bomberos, el último gran incendio en esa provincia se dio en 2007, cuando en Los Frentones se quemaron 30.000 hectáreas. «Pero ahora hemos perdido no sé si la mitad del Chaco. El fuego quema la capa fértil de la tierra hasta los 10 centímetros de profundidad y va a tomar por lo menos cinco años recuperarla. Ahora, los rindes van a ser menores a los años anteriores», detalló.

En Formosa

Roberto Consolani, dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en Formosa, sostuvo que debido a la cantidad de incendios que se registran en esa zona se cree que la producción de este año va a estar muy comprometida.

«En algunos campos ya vamos a casi un año de muy pocas precipitaciones y en el resto tampoco llueve. Nos llama mucho la atención porque no se había dado en muchísimos años estos incendios, pero en esta oportunidad dadas las altas temperaturas y el combustible en el suelo de hojas secas, pastizales que ya casi no quedan, está ardiendo hasta el monte, que era el refugio que tenían los animales silvestres y de producción», describió.

Hoy, prácticamente el 42% de los incendios forestales corresponden a Formosa, cuyo daño ambiental es enorme para la fauna. «Es alarmante y esto va a afectar en los próximos años. Hay vacas que están en estado de desnutrición extrema, muriendo por esto. Terneros nacidos que las madres están con muy poca leche; una mortandad de mayores y menores animales de la que creo que andamos en un piso del 25% sobre un total de 2.000.000 de cabezas, aproximadamente. De acuerdo a los pronósticos que tenemos de acá a fin de año, las precipitaciones van a ser muy escasas o nulas. Por lo que esto va a llevar a una mortalidad mayor a los porcentajes previstos», señaló.

A principios de agosto, Formosa ya había perdido cerca de 40.000 hectáreas agropecuarias producto de los incendios. Actualmente allí tienen pre-aprobada la emergencia agropecuaria, por lo que hasta el momento no tienen ningún beneficio directo.

«El productor ya no puede esperar más, viene muy afligido. Hay muchos productores que se han quedado sin animales; pequeños y grandes hemos sufrido la cuestión climática, los incendios, todo. Tenemos muy pocos insumos para la alimentación porque se agotan y cuesta recurrir a ellos», señaló Consolani.

«Si esto se da hasta fin de año como está previsto, Formosa va a pasar a la ‘categoría desastre’ porque la afectación podría ser superior al 75% u 80% de daño económico en general, por todo lo que implica el ciclo productivo», resaltó el dirigente de CRA.

Por: Belkis Martínez

Fuente: La Nación Campo