Brasil comprará más grano que nunca, ya que, como consecuencia de la pandemia, se ha incrementado la demanda de pan y otros productos elaborados con harina, según expresó un funcionario de la agencia gubernamental de suministro de alimentos y estadísticas agrícolas Conab.
“La producción del año pasado fue baja por heladas y sequías que causaron pérdidas de cosechas en algunas regiones, explicó Thomé Guth, gerente de productos agroindustriales de Conab.
Mientras que el país vecino ya comenzó a sembrar su trigo 2020, Conab proyectó existencias finales de 170.000 toneladas del cereal en el país. “Las más bajas de la historia”, remarcó Guth, basándose en las estimaciones revisadas de la demanda de la asociación brasileña de molineros de harina, Abitrigo.
Siguiendo esta línea, y potenciado por el incremento de la demanda interna de harina, se espera que sus importaciones de trigo durante 2020, provenientes principalmente de Argentina, alcancen un nuevo récord. Se trata de 7,3 millones de toneladas, 100.000 toneladas más de lo previsto el mes pasado, según datos de Conab.
Actualmente, Brasil depende de las importaciones para el 60% del consumo interno de trigo. En abril, importó un récord mensual de 747.800 toneladas, frente a las 619.000 toneladas del mismo mes de 2019.
Por su parte, Abitrigo dijo que los molineros brasileños recurrirían también a nuevos proveedores para evitar la escasez durante la pandemia de coronavirus. En este contexto, las firmas están presionando al gobierno para que levante las restricciones sanitarias al trigo ruso, y que elimine el arancel de importación del 10% al trigo procedente de fuera del Mercosur.
Fuente: BCR News