La campaña de trigo repuntó sobre la hora con las precipitaciones de mayo. Las estimaciones daban una caída de un millón de hectáreas, pero sobre la hora se recuperaron 700.000 hectáreas y se espera un área de 5,6 millones de hectáreas.
En el caso de la soja, la situación fue distinta y nada salvó la campaña. Los números de junio arrojaron que la producción cayó un millón de toneladas.
Trigo
La Bolsa de Comercio de Rosario destacó que la pérdida respecto de la campaña pasada será solo del 5 %. “Por la falta de agua, la siembra de trigo argentina 2023/24 pudo haber estado entre las más bajas de la década. El déficit que arrastraba la región pampeana por la supersequía argentina y la situación del otoño trazaban un escenario de siembra casi tan seco como el 2009”, comentó la entidad rosarina.
Sin embargo, las lluvias que dejaron acumulados que hasta triplicaron las medias mensuales no fueron para toda la región centro. La franja del oeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba siguen secas. “Son las áreas más comprometidas para cumplir con los planes trigueros”, destacó el informe.
Por otra parte, Entre Ríos, centro y este de Santa Fe y este bonaerense recuperaron las posibilidades de aumentar el área triguera. “Se estima un área de 5,6 millones de hectáreas con un escenario productivo de 200.000 ha que no lleguen a cosecha y un rendimiento de 30 qq/ha. De esta manera, se espera una producción de 16,2 millones de toneladas.
Soja
Por su parte, se termina la campaña de soja y continúan los descuentos, la producción pasó de 21,5 a 20,5 millones de toneladas en junio. “Con el 96 % de avance de cosecha, llega el final de una campaña extremadamente mala”, comentó la BCR.
Los números del informe reflejaron que habrá un 58 % menos de soja de lo que se esperaba producir a principios de la campaña. “Los mayores ajustes son para Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe”, expresó la BCR.
Al analizar los números, Entre Ríos cae 4,3 qq/ha, el sur de Córdoba retrocede 2,1 qq/ha y Santa Fe no es la excepción al ceder otro quintal por la sequía.
“De mayo a junio, el rinde nacional cayó por debajo de los 17 qq/ha, mientras que 16,6 qq/ha fue el nivel más bajo de los últimos 15 años. De esta manera, se estima un área de 3,654 millones de hectáreas, y un área sembrada de 16 millones de hectáreas”, concluye el informe.