El duro impacto de la sequía: en febrero, cayó 83% el registro de agroexportaciones

Los efectos de la sequía se perciben con dureza en toda la cadena agroindustrial argentina. La fuerte caída en la producción granaria empezó a reflejarse en la caída en el volumen de los registros de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).

Según un informe elaborado por Javier Preciado Patiño, experto en mercados agroindustriales, la tendencia bajista no se detendrá y en marzo también se verá una nueva caída en la liquidación de divisas, que impactará en un tema sensible para el Gobierno, como es la recaudación proveniente de los derechos de exportación.

Este es un punto central para la economía argentina, atravesada por un año electoral. Las estimaciones privadas indican que la merma en el ingreso de divisas para este se ubicará sobre los U$S 20.000 millones.

De acuerdo a un análisis de Javier Preciado Patiño, experto en mercados agroindustriales, el registro de DVJE transcurre a ritmo lento.

Al 23 de marzo, calculó que se llevaban anotadas en los dos primeros meses del año unas 1,4 millones de toneladas, versus las 7,6 millones del año pasado. De este modo, cayeron un 65% en enero y un 83% en febrero, con respecto a 2022.

Ante este escenario, consideró que cuando cierre marzo no habrá cambios y seguirá esta tendencia bajista. En el caso de las DJVE de harina, actualizó que están cayendo de 1,57 millones de toneladas a 580.000 toneladas, mientras que en aceite pasaron de 250.000 toneladas a 160.000 toneladas. “Esta semana será clave para el cierre del mes, pero no son esperables cambios significativos”, afirmó.

PRONOSTICOS

Preciado Patiño también analizó el impacto de las últimas lluvias en las principales regiones productivas. En este punto, señaló que los perfiles de humedad en los suelos comenzaron a recuperarse. “Esto no impactará ya en la producción de los cultivos de verano, en el mejor de los casos detiene la caída de la producción”, sostuvo.

Y agregó: “Con lluvias de entre 150 y 200 milímetros durante abril, la condición de los campos se recuperaría para la siembra de trigo y cebada“.