Con la siembra de soja ya finalizada, con un total de 16,2 millones de hectáreas cubiertas, las lluvias «pusieron freno al deterioro» existente.
El informe indica que el 47% del área sembrada con la oleaginosa posee una condición hídrica entre óptima y adecuada, lo que implica «una mejora de 17 puntos porcentuales durante los últimos 15 días».
Pese a esto, colaboradores reportan mermas esperadas de hasta 30% sobre los núcleos sojeros del sur de Santa Fe y el Norte de Buenos Aires lo que podría afectar la actual estimación de producción de 41 millones de toneladas.
Esto se debe a las altas temperaturas junto a la ausencia de humedad durante los meses de diciembre y la primera mitad del mes de enero, mientras los cuadros más adelantados se encontraban iniciando su periodo crítico.
Las precipitaciones también fueron positivas para el maíz, tanto para culminar la siembra que actualmente se concentra sobre el norte del país, como para mejorar el estado de los cuadros implantados que comienzan a transitar el período de definición de rendimientos.
De esta manera, a la fecha ya se logró sembrar el 96,5% de las 7,1 millones de hectáreas proyectadas a nivel nacional.
Esta superficie representa en números absolutos, 600.000 hectáreas menos que las implantadas durante la campaña anterior.
En el caso del girasol, con un progreso intersemanal de 4,3 puntos porcentuales, la cosecha alcanzó el 20,1% del área apta.
A la fecha, el rinde promedio nacional asciende a 15,2 quintales por hectárea, con un volumen acumulado de más de 605 millones de toneladas.
Las precipitaciones registradas durante los últimos 7 días mejoraron el estado hídrico de los lotes a nivel nacional registrando que el 74% del área implantada se encuentra en condición de cultivo entre normal y excelente.