Tras varios meses de lluvias nulas o erráticas, las precipitaciones llegaron con muy buenos milimetrajes al norte provincial y se anticipa que reactivarán al sector agropecuario.
Con una media de 30 a 40 milímetros y máximos de hasta 90, los departamentos 9 de Julio, Vera y General Obligado fueron los grandes beneficiados. En cambio, los montos fueron menores hacia el centro sur provincial, en general por debajo de 5 milímetros.
«Se reactivó todo, muchos queriendo sembrar maíz y algodón», declaró a Campolitoral el técnico Amilcar Martel desde Villa Minetti. Localidades de la región como Pozo Borrado, Villa Minetti, Santa Margarita o El Nochero tuvieron importantes milimetrajes de 40 a 50mm y un pico de 90 en Gato Colorado, cerca del límite con Chaco.
«Veníamos de varios meses sin lluvia y esto cambió el ánimo; nos saca de la situación crítica que veníamos», sostuvo el profesional, aunque aclaró que aún no revierte los efectos del fuerte déficit hídrico.
Tras el fracaso del trigo y girasol, que casi no pudieron implantarse por la sequía, ahora «algo se va a sembrar», dijo, y remarcó: «sobre todo cambió mucho el ánimo de los productores».
Ahora se espera que se inicie con fuerza la campaña de algodón y se continúe con el maíz de primera, que había arrancado con las pocas lluvias previas.
Respecto de los trigos «que quedaron», indicó que benefició los de ciclo largo tardíos: «estaban muy raquíticos y esta lluvia los agarra en etapa de llenado y creo que los va a mejorar un montón».
Lógicamente también se benefician los ganaderos de la zona. Por la sequía estaban comprando rollos y comenzaban a acarrear agua para la hacienda, pero con la lluvia «mejora la perspectiva de pasto y alivia mucho la situación».
Incluso los poblados han celebrado las precipitaciones, ya que vuelven a tener agua en los reservorios para consumo humano. Por eso el impacto es tanto para el agro como en las localidades. «Hace pensar en seguir apostando», indicó Martel.
En tanto, en el departamento General Obligado, con registros de 25 a 30 milímetros y hasta 50 o 60 en algunos lugares, «el impacto es muy positivo» dijo el ingeniero agrónomo Cristian Zorzón. «Sobre todo al sur de Reconquista, donde durante la última lluvia cayeron pocos milímetros, y los girasoles estaban con poco crecimiento y algunos lotes manifestando estrés hídrico. Con esta lluvia se van a poner bien», sostuvo.
Desde el norte del departamento, el jefe de la Estación Experimental Tacuarendí, Duilio Santana, mencionó registros de 40 milímetros al sur de Villa Ocampo, 30 en Campo Bello, 20 en Tacuarendí y Villa Guillermina. «El impacto es positivo en pastizales y pasturas; también para las próximas siembras de pasturas tropicales, que se habían hecho poco por las lluvias insuficientes; y también para el algodón, que hasta ahora se había sembrado muy poco», afirmó. De todas maneras aclaró que el déficit de lluvias es muy grande y sólo se acumularon 500 milímetros en el año, sobre todo por la nulas precipitaciones de enero y febrero.