Una serie de hechos delictivos en campos de las principales zonas productivas fueron denunciados en las últimas horas, en una escalada de violencia contra los productores que llegó luego de que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, los acusara de “especular a la espera de una devaluación” y guardar en silobolsas U$S 20.000 millones, sin “pensar en la gente”.
Dos Sociedades Rurales del interior, las de Jesús María (Córdoba) y de San Pedro (Buenos Aires), habían advertido sobre el temor que tenían de sufrir ataques, y estos finalmente comenzaron a producirse.
Un grupo de productores autoconvocados compartió el caso de un establecimiento de Henderson (Buenos Aires), donde un ganadero sufrió la rotura de un bolsón en el que almacenaba maíz picado para la alimentación de bovinos.
“Es un campito de 100 hectáreas. Entraron me rompieron el bolsón y el tractor. Me han hecho un desastre. Esto ahora se estropea, lo tengo que hacer comer muy rápido. Tengo una tristeza enorme, no sé qué decir”, relató el chacarero afectado.
Y como si esto no bastara, en Bernardo de Irigoyen (Santa Fe), una economista que trabaja en la comercialización de granos, Carla Giraudo, denunció la quema intencional de un campo de maíz que estaba esperando para ser cosechado.
“Levantando lo que queda a mano. Siempre la militancia aprovechando la necesidad de las personas para generar odio y rencor. Siendo el unico culpable el gobierno que no tengamos comida y una inflación galopante”, se quejó.