El informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe indicó que transcurren los últimos días de «la óptima ventana para la implantación del trigo y que se consolidó así, la disminución del área sembrada prevista en el comienzo de la campaña siendo, la que en los últimos doce años presentó una mayor incertidumbre, durante todo su desarrollo».
«Desde su comienzo, la variable clima jugó un rol importantísimo, que, con el transcurso de las jornadas, se acentuó cada vez más y condicionó todo el proceso», destacó el informe. A esta situación, se sumaron otros factores, como el valor comercial de la tecnología necesaria y disponible, la existencia de insumos – combustibles, fertilizantes, agroquímicos, entre otros – que influyeron sobre las variadas alternativas de las planificaciones particulares y en la concreción o no, de la siembra del cereal.
Para el centro norte santafesino se estimó una disminución de la superficie implantada del orden del 13,5 %, aproximadamente unas 50.700 ha menos que la campaña pasada, que alcanzó las 376.000 ha.
«La dinámica de los escenarios ambientales, las características zonales particulares y los múltiples factores actuantes, regularon la toma de decisiones finales ante los futuros escenarios climáticos y de logística», explicó el SEA.
Además, persistieron y persistirían los interrogantes para el inicio de la próxima cosecha gruesa, por el insuficiente contenido de agua útil en los distintos perfiles de los suelos, que disminuyó aún más, con el transcurso de los días. Por otro lado, la disponibilidad de insumos – semilla de girasol- reflejaron las inquietudes o las dudas del sector productivo.
Sorgo
Por otra parte, finalizó el ciclo del sorgo granífero campaña 2021/2022. Con una superficie sembrada de 90.000 ha, superior en un 16,7 %, en comparación a la campaña pasada, que fue de 75.000 ha. «Diferentes valores comerciales y escenarios registrados en la campaña anterior, generaron expectativas que luego, se reflejaron en una mayor cantidad de ha implantadas».
La superficie cosechada (grano comercial) fue de 87.300 ha y para autoconsumo, 2.700 ha. El rendimiento promedio fue de 39,5 qq/ha, 5,5 superior en comparación al ciclo anterior, que fue de 34,0 qq/ha y la producción totalizó de 344.810 tn.
Algodón
Las cápsulas de los algodonales disminuyeron su humedad y continuaron el proceso de apertura por las condiciones ambientales de la semana. De igual modo, todo fue muy lento, sin grandes variaciones con respecto al período precedente, así como también lo fue para la recolección.
Los estados de los cultivares se observaron muy variables, no sólo por la época del año, sino también por la ubicación geográfica de cada predio, específicamente de los que rebrotaron, por estrés hídrico y térmico que soportaron durante su ciclo. A estos se los dividió en dos grupos:
– Febrero: continuó la apertura de las cápsulas y se cosecharon a medida que el proceso de maduración se completó;
– Marzo: las cápsulas no se abrieron y quedaron con mucha humedad, porque las plantas fueron afectadas por las heladas del mes de mayo, no completaron su ciclo y se secaron anticipadamente. Además, la menor cantidad de horas luz, la nubosidad imperante y la elevada humedad ambiente dificultaron el proceso de recolección.
Por lo que se estimó que el 90 % de los lotes rebrotados durante el mes de mayo, no serían cosechados.
El grado de avance de la trilla en toda el área algodonera santafesina hasta la fecha fue de 88 %, sin progreso intersemanal, con un retraso de 12 puntos porcentuales en comparación a la campaña pasada.
Maíz
La totalidad de los maizales se encontró en estado de madurez fisiológica, situación que posibilitó la recolección que dependió de las características climáticas imperantes, particularmente las pocas horas de sol y los elevados porcentajes de humedad ambiental o de grano, como consecuencia, el movimiento de cosechadoras o equipos se redujo.
Hasta la fecha el grado de avance de la trilla fue del 40 %, con un progreso intersemanal de 10 puntos y un retraso de 11 puntos porcentuales, en comparación a la campaña pasada.
Los rendimientos promedios logrados desde los inicios de la recolección hasta el presente, oscilaron desde 60 a 85 qq/ha.
El aspecto sanitario en general fue muy bueno, sin presencia de plagas ni de enfermedades.