Las condiciones climáticas se revirtieron como consecuencia del ingreso de un centro de alta presión que originó estabilidad, importante descenso de la temperatura, de la humedad ambiente o de grano, y este cambio permitió un intenso y significativo avance del proceso de cosecha en los departamentos del sur y centro de Santa Fe, aunque no así en los del norte donde persistió la inestabilidad con elevados contenidos de humedad ambiente, de grano o de los suelos. Así lo indicó el informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro Norte de la Provincia de Santa Fe correspondiente a la semana comprendida entre el 8 y 14 de mayo de 2024 que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Además, se precisó que se inició un nuevo ciclo de cosecha fina bajo óptimas condiciones ambientales y con disponibilidad de agua útil. Para la campaña 2024 se estimó una intención de siembra en el área de estudio de 465.000 ha, 28.500 ha más, que la superficie implantada en el año 2023 que fue de 436.500 ha, la misma se incrementaría alrededor del 6%.
Para el lapso comprendido entre el 15 y el 21 de mayo de 2024, los pronósticos prevén desde su comienzo, parcialmente nublado, estabilidad climática, despejado, días soleados, buen tiempo, descenso de las temperaturas diarias, con probabilidad de ocurrencia de nuevas heladas en los departamentos del sur y centro del área de estudio pero, baja en el norte e inestabilidad a fines del lunes 20, con posibilidad de lluvias débiles y alguna tormenta para dicho sector, condiciones que se mantendrían hasta el final del intervalo. Las temperaturas diarias fluctuarían entre mínimas de 3 a 15º y máximas de 13 a 20º .
Específicamente sobre soja temprana se indicó que las condiciones del clima mejoraron y paulatinamente se pudo entrar las maquinarias a los predios. La recolección solo mostró un grado de avance del 68%, con un progreso intersemanal de 20 puntos en toda el área de estudio y un retraso de 29 puntos porcentuales, en comparación con la campaña pasada, que para similar fecha alcanzó el 97%.
En el sector sur, los rendimientos promedios mínimos obtenidos fueron desde 28 a 30 qq/ha, con máximos de 40 a 45 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 52 qq/ha. Grado de avance 90 %, con un progreso intersemanal de 22 puntos. En el sector centro, los rendimientos promedios mínimos obtenidos variaron desde 18 – 20 – 24 qq/ha, con máximos de 38 a 42 qq/ha y en lotes puntuales se contabilizaron 50 qq/ha. Grado de avance 75 %, con un progreso intersemanal de 21 puntos. En el sector norte, los rendimientos promedios mínimos obtenidos variaron desde 10 – 12 – 14 qq/ha, con máximos de 17 a 22 qq/ha y en lotes puntuales se contabilizaron 28 qq/ha. Grado de avance 35 %, con un progreso intersemanal de 17 puntos.
“La continuidad de la inestabilidad climática, nuevamente incidió en el estado de los sojales en etapa de madurez fisiológica, por lo se constataron pérdidas de calidad en los granos, algunos manchados e incluso brotados y presencia de patógenos, hongos», se precisó.
En tanto, se especificó que el proceso de cosecha de la soja tardía (de segunda), continuó lentamente, siempre condicionado por las características ambientales y la disponibilidad de equipos o cosechadoras. En el área en que se concretó la actividad, los resultados fueron muy alentadores con respecto a los rendimientos promedios obtenidos en el 2023, especialmente en los departamentos San Martín, San Jerónimo, centro sur de Castellanos, Las Colonias y La Capital.
A un 80% de los sojales se los detectó en estados buenos, muy buenos o excelentes. El 18 % del área implantada presentó estado regular, con secuelas por la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico que imperó por un período de 10 a 12 días durante el ciclo y malo, el 2% restante.
Por su parte, los maizales tardíos (de segunda), mostraron claramente el daño provocado por la presencia de Spiroplasma kunkelii, su vector la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), cuya expansión fue tan dinámica que originó escenarios muy complejos y sin antecedentes.
Como consecuencia de dicha realidad a los cultivares se los encontró en estado, que se determinó, como finalización de ciclo. La evaluación de la situación particular de cada parcela, sus condiciones y el destino final, correría por cuenta del productor.
Debido a que el ciclo del maíz tardío (de segunda) se interrumpió, continuó lentamente la recolección de algunos lotes, lo que haría más rápido y corto el período de dicha actividad, en comparación con años anteriores. Hasta la fecha se obtuvieron en el sector norte los rendimientos promedios no superaron los 27 qq/ha, en el sector centro los rendimientos promedios variaron desde 16 – 18 – 20 hasta 22 qq/ha y en el sector sur giraron entre los 22 – 24 – 27 qq/ha.