Luego de la última sequía que durante 3 años «calcinó» a la producción agropecuaria y ganadera, el sistema productivo tomó nota del impacto real del cambio climático en el bolsillo del productor y la recaudación fiscal. La producción de alimentos debe resolver la amenaza concreta de eventos extremos que se materializan cada vez con mayor frecuencia.
En este sentido, el avance científico registrado por el equipo liderado por la Dra. Raquel Chan, constituye un paso gigantesco para Argentina. Según expresó la Dra.Fernanda González (INTA EEA Pergamino, CITNOBA CONICET-UNNOBA), HB4 «es el primer evento transgénico que se libera en trigo, es un gen de Conicet, y a través del grupo de Raquel Chan en la UNL y que después de una asociación público privada con Bioceres se logra incorporar a cultivos como trigo y soja».
A campo. La científica remarcó que «se trata de un hito muy importante, ya que por lo general este tipo de investigaciones que dan a nivel de la planta modelo, y es muy difícil desde el área de investigación saltar y lograr que esto pueda estar accesible para los productores, por eso es que este fue un primer hito importante».
Después, remarcó que este gen permite estabilizar el rendimiento de los cultivos en una condición de sequía, donde el rinde tiende a bajar, y esto «es muy importante en el contexto de cambio climático en el que estamos, en donde los eventos extremos van a ser cada vez más frecuentes (sequías o anegamientos). Y también estamos viendo que van a ser cada vez más frecuentes las olas de calor, y este gen también mejoraría la tolerancia la estrés térmico en los cultivos, y eso sería muy promisorio».
González admitió que en esta línea es la que están actualmente trabajando, con una persona que se sumó al grupo para estudiar esta interacción, entre la sequía y el estrés térmico, que son procesos «bastante complejos».
Ante dudas surgidas por parte de la industria, la especialista enfatizó que en términos de calidad panadera, este material no tiene cambios ni efectos. «Es imperceptible en su calidad o en el gluten, y eso también es importante, porque tenés una calidad panadera final como cualquier trigo». Además, destacó que el material tuvo que atravesar estrictos controles por parte de los organismos oficiales para su aprobación. «Esos procesos de registros y sus efectos en calidad y seguridad alimentaria están todos regulados. El Estado chequeó todo esto, que tiene la misma calidad que cualquier otro trigo».
Desafíos de todo tipo
Consultada en cuanto a los desafíos personales y profesionales que implica ser parte de este prestigioso equipo, reconoció que en términos personales es un trabajo muy interesante. «Nosotros llegamos al final del proceso en un proyecto conjunto financiado por la agencia de promoción científica que quería estudiar a nivel de cultivo, y ahí me inserto como eco fisióloga del grupo. A mí me tiene ultra interesada, es un desafío tratar de entender el proceso molecular y fisiológico fino (más allá que sabemos que estabiliza los rindes). Es un gen que prende y apaga muchos otros genes en la planta, y eso es lo que nos está faltando: descubrir cuáles son esos genes y la ruta de lo que está haciendo en arabidopsis» (planta que se utiliza como testigo), pero «queremos detectarlo bien en otros cultivos mucho más complejos como el trigo: las bases moleculares finas de lo que está sucediendo ahí abajo».
Es una tecnología muy importante en vista de lo que se viene en materia de cambio climático, que cada vez lo sentimos más con eventos extremos cada vez más frecuentes. Además, los mecanismos finos abren puertas a otras cuestiones, como entender esa red y descubrir oros genes y usos para explorara aún mas la performance.
Finalmente, en cuanto a las dudas que persisten a nivel global respecto a los cultivos modificados genéticamente, fue clara. «No hay nada demostrado que el transgénico sea prejudicial para la salud, todos los análisis, de seguridad alimentaria o calidad panadera fueron hechos, y no hay nada que diga que este trigo pueda ser perjudicial a la salud humana. Igualmente estoy convencida que cada uno es libre de elegir y consumir lo que tiene ganas. La decisión de no consumir transgénico debe respetarse, y me parece que el etiquetado y la identificación es algo importante, pero la realidad es que por ahora la ciencia ha demostrado que es lo mismo que consumir cualquier otro material, no hay ningún problema».
La Dra. González integrará un bloque denominado «Desafíos Públicos y Privados» junto a la vicepresidente de INTA «Pilu» Giraudo, el próximo viernes 16 de febrero en la localidad de Leones, Córdoba, en el marco de una nueva edición de la Fiesta Nacional del Trigo.