La agricultura regenerativa se centra en la restauración y conservación de los recursos naturales mientras impulsa la producción agrícola sustentable. En una época en la que el cambio climático es una amenaza creciente, la necesidad de encontrar soluciones efectivas es más apremiante que nunca.
A continuación, exploramos cómo el campo y la agricultura regenerativa se unen para abordar el cambio climático y mejorar la sostenibilidad, desde de la Ingeniera Agrónoma Juliana Albertengo – Líder de alianzas y desarrollo de negocios de PROCarbono de Bayer Conosur.
El campo como sumidero de carbono
El campo desempeña un papel crucial en la mitigación del cambio climático al actuar como un sumidero de carbono. Según la Ingeniera Albertengo, «la agricultura tiene el potencial de poder contribuir al cambio climático a través del secuestro de carbono en el suelo». Los suelos agrícolas tienen la capacidad de capturar y almacenar grandes cantidades de carbono cuando se gestionan de manera sustentable.
La agricultura regenerativa disminuye la dependencia de combustibles fósiles y eliminar la labranza. Y disminuye la dependencia de combustibles fósiles y elimina la labranza.
Según la especialista de Bayer para gestionar el suelo de manera sustentable se deben adoptar una serie de prácticas y enfoques que promueven la salud del suelo y su capacidad para mantener la producción de alimentos a largo plazo. Estas prácticas se incluyen:
No labranza: esto implica eliminar el movimiento o labranza del suelo lo que ayuda a: evitar su erosión, mantener su estructura y retener la materia orgánica.
Rotación de cultivos: la alternancia de cultivos en el mismo lote en diferentes temporadas reduce la presión sobre el suelo y previene la propagación de plagas y enfermedades.
Cultivos de cobertura: son especies que se siembran entre los cultivo principales y ayudan a mantener y aumentar la cobertura de suelo, la protección de la erosión y contribuyen a la fijación de nitrógeno, entre otros beneficios.
Manejo de residuos de cultivos: Dejar los residuos de cultivos en el lote después de la cosecha favorece el incremento de la materia orgánica del suelo y mejora su estructura.
Nutrición adecuada: Aplicar fertilizantes de manera equilibrada y en función de las necesidades de los cultivos para evitar el exceso de los mismos y la lixiviación.
Uso eficiente del agua: Implementar sistemas de riego eficiente para conservar el agua y evitar el agotamiento de recursos hídricos. O aumentar la materia organiza para que el suelo sea capaz de retener más agua de lluvia y así producir más tn/mm de agua caída.
Biodiversidad: Fomentar la biodiversidad en el entorno agrícola mediante la creación de hábitats para polinizadores y vida silvestre. La rotación de cultivos y los cultivos de cobertura juegan un papel fundamental en este aspecto.
Monitoreo y ciencia de datos: Utilizar herramientas de monitoreo y ciencia de datos para comprender y optimizar el manejo del suelo y promover las buenas prácticas agrícolas.
«Para mitigar el cambio climático se necesita una gestión sustentable del sistema. Se debe cuidar y mantener la salud del suelo a través de prácticas que lo protejan de la erosión, mantengan la materia orgánica y promuevan la fertilidad a largo plazo». Resalta la Juliana.
Hoy, iniciativas como PRO Carbono de Bayer están alineadas con la visión de la agricultura regenerativa y desempeñan un papel fundamental en el cuidado del suelo ya que maximizan la capacidad del mismo para capturar y almacenar carbono, reduciendo así las emisiones de gases a la atmósfera. PROCarbono contribuye al fortalecimiento de la salud del suelo y a promueve la sustentabilidad en la producción de alimentos, ya que ofrece a los productores herramientas, tecnología y asesoramiento para que produzcan alimentos de manera sostenible. Este enfoque de Bayer, resalta la importancia de la gestión sustentable del suelo como un pilar fundamental en la lucha contra el cambio climático y en respuesta a la seguridad alimentaria global.
Sustentabilidad y Biodiversidad
Otro punto a tener en cuenta y que resalta la Ingeniera Albertengo es que la agricultura regenerativa promueve la biodiversidad mediante la incorporación de prácticas como cultivos de cobertura y la rotación de cultivos ya que se crean hábitats para polinizadores y vida silvestre, lo que enriquece la diversidad de especies y apoya la salud de los ecosistemas. A su vez, el no laboreo del suelo también mejora el ecosistema subterráneo para los distintos habitantes del mismo.
Cuidado de los recursos naturales
Según la ingeniera agrónoma, la agricultura regenerativa reduce las emisiones de gases de efecto invernadero al disminuir la dependencia de combustibles fósiles y eliminar la labranza. Además, fomenta la conservación del agua a través de sistemas de riego eficientes y tecnologías como Phytobac de Bayer, lo que protege las fuentes de agua y promueve el uso responsable de este recurso vital.
La agricultura regenerativa como motor de cambio
Finalmente, es importante resaltar que este modelo de producción debe realizarse con el compromiso compartido por múltiples actores de la cadena agro-alimentaria mediante la adopción de prácticas de agricultura regenerativa, que, como dice la Ingeniera Albertengo, «representa un cambio fundamental en la manera en la que se producen los alimentos».
En resumen, la Agricultura Regenerativa es más que una simple evolución en las prácticas agrícolas, representa un cambio de paradigma en el que se priorizan la salud del suelo, la conservación de la biodiversidad, la reducción de emisiones de carbono y la producción sustentable tanto para los productores como para la sociedad en su conjunto. Este nuevo enfoque es parte fundamental de la solución al cambio climático, ya que contribuye al secuestro de carbono en el suelo y a la reducción de emisiones, ofreciendo una visión holística y sostenible para abordar los desafíos globales y garantizar un legado positivo para las generaciones futuras.