El dólar soja entró en su última semana de vigencia y, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ya se llevan acumuladas desde el 5 del actual más de 3,7 millones de toneladas negociadas. Vale recordar que se trata del programa que reconoce una liquidación de la oleaginosa en un 75% al tipo de cambio oficial y el 25% restante de libre disponibilidad para los exportadores.
Hasta el momento, según fuentes de la agroexportación, lo comercializado de la oleaginosa representa unos US$1500 millones. Si bien el Gobierno no había informado sobre una meta, se esperaba para el final del programa unos US$2000 millones.
“Estando próximos al vencimiento del Programa de Incremento exportador, luego de que el decreto 443/23 lo reestablezca hasta el 30 de septiembre, las cantidades negociadas de soja alcanzaron las 3.724.651 toneladas desde el 5 de septiembre”, dijo la entidad.
La Bolsa de Cereales porteña precisó que de ese volumen 2.645.920 toneladas son de nuevos contratos [precio hecho y a fijar] que se concertaron después de la medida. “Asimismo, las restantes 1.078.731 toneladas corresponden a fijaciones de contratos de la modalidad “A fijar” que se habían concertado previo a la medida”, apuntó.
La entidad recordó que puntualmente la semana pasada se negociaron 1.081.663 toneladas entre nuevos contratos y fijaciones, “un 36% menos respecto a la semana previa, pero un 14% por encima a lo comercializado durante la primera semana donde el programa empezó a estar vigente”.
“En relación al total negociado, el 90% de las operaciones tienen precio, acumulando alrededor de 3.369.013 toneladas producto de nuevos contratos a precio hecho por 2.270.662 toneladas y fijaciones por 1.078.731 toneladas. Por otro lado, de los contratos a fijar que se concertaron luego de la medida, tan solo 19.620 toneladas se fijaron precio, es decir un 5%. Por lo tanto, restan fijar contratos por un total de 355.636 toneladas”, indicó.
Según el reporte, se emitieron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) “principalmente de poroto de soja, acumulando 729.355 toneladas, lo que eleva el total acumulado de DJVE para la campaña 22/23 a 1.853.823 toneladas”.
“En cuanto al aceite y harina de soja, se acumularon registros por 104.961 toneladas y 406.341 toneladas. Es decir, en total, el complejo sojero sumó registros por 1.240.657 toneladas desde el 5 de septiembre”, añadió.
Grano
La semana pasada, en un informe la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) puso la lupa en la alta proporción de grano en las DJVE. Su informe al 22 del actual señalaba que “resulta interesante” observar las toneladas anotadas. “Tomando como tales las que se presentaron desde el 5 de septiembre para embarque en los próximos 360 días, se observa que el 99,7% de las mismas corresponden a exportaciones de poroto de soja, en tanto apenas el 0,3% restante abarcan a aceite y subproductos de soja”.
Esto marca, según la entidad, una suerte de contradicción: “A pesar de que el decreto que reestablece la nueva edición del Programa de Incremento Exportador menciona en sus considerandos el objetivo de generar un mayor dinamismo en la actividad de la industria de crushing argentina, en la práctica la relación de precios favoreció relativamente más, en su inicio, a la exportación de poroto sin procesar que a la industria, cuyos márgenes brutos continuaron hundidos en terreno negativo”.
En este contexto, indicó que esa situación no ayuda a las industrias a agregar valor a la materia prima. Vale recordar que la sequía hizo perder más del 50% de la cosecha y las empresas enfrentan fuertes dificultades para conseguir soja. Parte lo suplieron con la importación.
“Este margen negativo causa un desincentivo para la industria de generar valor agregado a partir de la adquisición de grano en el mercado local, lo cual no sólo explica los bajos niveles de molienda de la campaña actual, sino que justifica el volumen récord de importaciones de soja en lo que va del año. A su vez, cabe destacar que el impulso de las exportaciones de poroto sin procesar en detrimento del sector manufacturero podría generar aún más complicaciones a la industria a medida que avancen los meses, cuando la disponibilidad interna de la oleaginosa resulte crítica”, indicó.